Inicio / Cuenteros Locales / Soli / Plan extraterrestre de invasión - Lemuria
Estefanía María era distinta, le daba lo mismo la noche y el día, o la vigilia y el sueño, sabía que todo eso era no más que un asunto de colocación y sabía María colocarse en donde quería estando dormida o estando despierta. Mirando nomás el mundo le parecía una cosa pobrecita, un ser pequeño como una güayaba amarga que ni los monos quieren tomar. Y le parecía el tiempo de este mundo una cosa tan elástica que cuando se colocaba en donde más le gustaba sabía que la vida de este planeta no era más larga que un parpadeo, mas no por eso exenta de misterios.
Había María nacido en Lemuria tiempo atrás, en el Pacífico, al oeste de la Atlántida, en donde su hermano hacía desgüases y, a pesar de ser de nacionalidades distintas, lo reconocía como tal, como el hermano desgüasador. Todo ello sucedió en el tiempo anterior a las olas, que hora tras hora acabaron hasta con el recuerdo y que ahora es sólo asunto de nostálgicos de un tiempo recordado en los mitos como el Paraíso. Y María recuerda que en Lemuria tenía sólo dos amiguitos: una Serpiente gigantesca de las aguas y de las terras y una hormiga que gustaba de posarsele en la rodilla y escuchar a María cantar. Y, María encantada por la atención por ambas prestada les decía así:
- Ahora mando yo y se hace todo lo que yo quiero; y después será tu turno - le decía a la Serpiente mientras con su nariz cariñosa le acariciaba el hocico - y será lo que tú mandes y la Tierra será tu piel y todos te obedecerán. Y después será tu turno - le decía a la hormiguita - y se hará todo lo que tú mandes y la Tierra será tu mundo.
Justo cuando María se quitó la corona todo desapareció entre Ola y Hola
(Y Hola era un espacio musical que se da cada cuantos miles de años cuando la Tierra cambia el ritmo de su corazón y el enfoque de su amor)
Ahora María se asoma por el balcón de su casa y llena de alegría y de nostalgia comprueba que su amiguita la hormiguita recibió la corona y sonriente le susurra "Ahora se hace como tú quieres y la Tierra ahora es tu mundo porque su amor ahora lo tienes tú" y en ese instante, como por arte de magia pasó un duende sobre una hormiga y la hormiga haciendo "rrrrrrruuuuuuuunnnnnnn"
Y es que lo que era era que para María en Lemuria entre las especies no había diferencias y ella sabía muy bien tanto en serio como entre juegos que si ahora era su turno después lo sería del de sus amigos. Y para ella eso era lo justo, porque sabía María muy bien que no es ella la que crea las reglas ni la que dirige el destino del reinado de las especies según los deseos de su propio corazón.
Hola.
Las Olas y los Holas se dieron en un espacio de supervivencia incierto en el que María se coloca sin cesar. |
Texto agregado el 14-03-2012, y leído por 90
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