Hazme reír y pondré el mundo a tus pies.
Ya ves, soy una chica fácil, sencilla,
no quiero rosas ni bombones el catorce de ningún mes,
tan solo una sonrisa me basta,
justo cuando más fria esté.
Y aunque a veces me falle -o te falle-
embárcame en tus abrazos marinos
cuando me sienta perdida
en el oleaje de esta vida.

De acuerdo. Admito ser una egoísta,
que me han querido demasiado -y bien-,
puede ser; que no sé qué significa el compromiso,
a veces, que las cosas solo duelen cuando importan.
Ahora lo se: soy de oro por dentro,
pero solo se ve cuando me rompo.