UN KILO DE AMOR

¿Quién me diría después de tanto tiempo esperándote que sólo ibas a pesar un kilo?
Mil gramos, un kilo, pero un kilo de fuerza, de ganas de vivir, de esperanza.
Agarrándote a la vida con esas dos manitas diminutas, agarrándonos a la vida con tus ojazos claros.
¡Cuántos días de incertidumbre! ¡Cuántas caricias anhelantes al cristal frio de la caja que contenía nuestra vida!
¡Cuántas palabras de ánimo, cuántos arrullos susurrados, cuántos besos perdidos!

¿Quién me diría que se podía estar tan pendiente del peso? Cada gramo subido nos acercaba a tu piel... Cada visita temerosa te acercaba a mis brazos.

¿Quién diría que 2 kilitos de persona huelen a amor? ¿Quién diríra qué la felicidad tiene tacto de talco?. En los bis a bis para alimentarte alimentabas mi sed, saciabas mi ansia...

Y Ahora...Ahora eres una personita maravillosa, que llenas nuestros días de felicidad, que cuando miras con tus ojos azules y sonríes eres capaz de iluminar una habitación. Ahora hay que correr detrás de tus pasos curiosos, alcanzar tus manos exploradoras del mundo. Ahora tus besos babosos son mi bien más preciado.

¿Quién diría ahora que solo fuiste un kilo? Un kilo de peso. ¡Un kilo de amor!