"Estas tan viejo como mi abuelo,
más jodido que un mendigo y
más feo que mi perro chihuahueño
y eso no lo merezco";
dijiste mostrando tu desprecio
a lo poco que tenia de bueno.

Y hoy, que ya estirpe del cerebro todos los sueños,
que la esperanza de subir al cielo yace en los tiraderos
y mi fe es más debil que el fantasma de Canterville,
vienes y preguntas que como estoy.

¿Cómo crees que estoy
si pienso que un amigo uso las confesiones
que le hice para conquistarte?

¿Cómo crees que estoy
si las ganas de ir a alguna parte
son tan nulas como las de afeitarme?

¿Cómo crees que estoy
si despierto con los ojos ahogados en lagrimas
y hay días en los que no quiero levantarme?

¿Cómo crees que estoy
si da lo mismo que sea lunes o martes?

¿Cómo crees que estoy
si los depresivos,
antes de ir a la cama,
le pedimos a Dios que el día siguiente
no sea peor ni mejor,
sino el último?

Ojala el infierno ya se acabe.