SOLIDARIDAD
He comprobado que ser un tipo que se sub-estima es tan dañino como el que se sobre-estima.. Y este es mi caso . A pesar de ser casi analfabeto, delicado de salud , nacer dos meces antes de que me tocara llegar a esta dimensión y gozar de una pobreza extrema me creo que mi deber es proteger a los desvalidos y todo pobre de esta tierra.
Sobre-estimo mis fuerzas físicas e intelectuales y soy capaz de comparecerme de personas, mucho mas ricas,poderosas y cultas que yo.
Siempre he simpatizado con los gobiernos que han prometido llenar a los pobres de privilegios y he participado en manifestaciones en defensa de los derechos de los oprimidos de este mundo y, también, por ello he estado preso en múltiples ocasiones .
Mi disgusto con el señor Soto fue por mis romanticismos filantrópico . Nunca pude aceptar el que Soto tratara a su sirvienta domestica de aquella forma displicente de palabras y de hechos.
La amistad del señor Soto y mía era una de esas amistades inconcebibles . Soto es un señor de esas familias ricas de las cuales se pierden en sus historias el origen de sus capitales . De una cultura increíble, no había cosa que le preguntara que el no tuviera una acertada respuesta . De ademanes aristocrático , voz pausada , profunda y autoritaria . Por mi parte,aunque me cuesta decirlo, no termine mi escuela primaria y vengo de una familia tremendamente pobre, de esas que se pierden en sus historias los orígenes de sus penurias. Quisas fui un esperimento,un estudio o quisas único en mi clase, por lo que el señor Soto se intereso en ser mi amigo ; a veces pienso que fue por aquello que llaman química o que en otras vidas ya fuimos compañeros... ¡ Valla usted a saber..! Una amistad increíble . Yo lo único que se hacer bien es pintar casas , quince años pintando creo me dan el derecho a decir que pinto bien ; así conocí al señor Soto , pintando su mansión ubicada en uno de los barrios mas adinerados de esta mi capital .
La amistad continuo aun mucho después de yo haber terminado mi trabajo . Soto me llamaba para que pasara por su casa y allí me brindaba toda clase de atenciones,desde comida hasta unos tragos de un whisky de marca y cantidad de años que yo no podría comprar con el dinero que ganaba. El me enseñaba sus “juguetitos” y pasatiempos ; pistolas de coleccion,sables y espadas antiguas, y, lo que el mas apreciaba, su colección de monedas de oro. Una de esas “moneditas” paso a ser de mi propiedad ; una de 1906 de diez pesos con la imagen de Miguel Hidalgo . ¡ Una fortuna...!
— Mire Jacinto, este es mi regalo por su cumpleaños — Me dijo mientras me extendía una pequeña cajita de cartón gastado y de un color que alguna vez fue rojo intenso , dentro, la monedita. — Espero que la guarde mientras pueda, algún día valdrá mucho mas de lo que hoy esta evaluada...
La “armonía” entre Soto y yo solo se interrumpía por los desacuerdos en los conceptos político; Yo defendía a la clase trabajadora, a los proletarios, y el pacientemente escuchaba mis
alegaciones.. ¡ Mucho..! Mucho mas tarde comprendí que discutía con alguien que había estudiado a Marx a Engels y quisas a otros que nunca conocí....
Elvira era la “domestica”y, el trato que le daba el señor Soto me servia de base para mis alegaciones en defensa de mis teorías socialistas, al punto de que nuestra amistad cada día se deterioraba mas.
Soto me llamo en varias ocasiones después de que salí de su casa un día disgustado por causa del mal trato “burgués” que le daba a su sirvienta Elvira. Nunca le conteste sus llamadas.
— ¿ El seño Jacinto...? — Pregunto una voz infantil desde el auricular.
— Si....
— Mire señor Jacinto..le habla Julita la nieta de Soto...
— ¡ Oh...si..! — Conteste con sorpresa, pero rápidamente pensé que Soto le mandaba a que me llamara y mi tono cambio de sorpresa a apatía— ¿ Y que es lo que hay...?
— Señor mi abuelito ha estado enfermito y...Usted no ha venido a verle ....Mi abuelito esta muy malito... Creo que fue su corazón....
La casona estaba solitaria . La ambulancia había salido, con sus luces y su sirena pidiendo vía, hacia ya mas de una hora. La reja de la entrada estaba abierta y los perros,supuse, se habían tomado la libertad de estar asustando a los vecinos y a los pocos transeúntes por aquellas solitarias calles sombreadas por altos y viejos Olmos . La puerta de la entrada principal estaba sin el seguro ; la entreabrí y llame.
— Envirara..— silencio— ¡ Elviraa..!.— grite con fuerzas , el eco de mi voz retumbo por todo el interior con el bajo sonido de una bocina de altoparlante rajada. Nada...la casa había sido abandonada. Por precaución empuje la puerta y me dirigí a la cocina ¡ Por el aquello de que con la prisa hubiesen dejado el fuego encendido...!
Dos semanas.
¡ Dos largas e interminables semanas....! Goznes oxidados llorando al esfuerzo de sostener las enrejadas puertas. Gritos, empujones.....¿ Y porque no....? Golpes al descuido....
De nada sirvió que el señor Soto ... ¡ Mi amigo Soto ! ...pagara a un abogado . Me habían visto entrar a la casa y salir apurado con “algo” en las manos...y , ¡ La colección de monedas de oro faltaban del estante donde las había colocado el señor Soto!
Dos semanas para que el prestamista denunciara la intención de venta de una valiosa colección de monedas de oro.
Un tal Leopoldo trataba de venderlas y, en el momento de su arresto, estaba acompañado del principal y ocular testigo de mi caso para la fiscalía...¡ Elvira !. |