AQUI MUEREN LOS BESOS **
Cementerio de besos.
Neruda.
Aquí, donde se abre de día renegando noches
a golpe de luz fría, mueren los besos.
Aquí,
donde no existías,
donde tu boca se ha posado en otros cuerpos
que cuajaron en síntesis del mío;
aquí , para donde forjé tantos ensueños desde noches plomizas lagosianas,
viene a extinguirse los besos.
Precisamente aquí,
donde la tierra es toda savia, fiesta de sol,
optimismo, flor abierta para amarse;
aquí,
donde rebaso el tiempo, el espacio que tuve
para abarcar tu mano temprana
y beberme el café hecho a tus mañanas;
aquí,
donde no hay aullidos de perros que arañan la puerta del escondido condominio,
transparencia de confidente y cómplice luz fría,
tu cuerpo apretado al mío, sorprendido,
insatisfechos orgasmos dominados por tu excesivo temor a ser descubiertos,
aquí agonizan los besos.
Aquí, donde mi ilusión suprema fue renacerte,
empaparte la vida de carnaval de sol, azul marino, verde palmera
para confundirnos en lo cotidiano que en sí tenemos,
se fueron acercando los besos a la muerte.
Aquí
donde después de tanto soñar el contacto de tu cuerpo
me provocas un sentimiento de culpa
porque desde tanto tiempo te desconozco,
porque nunca he podido descifrar el enigma de tus ojos,
aquí encontraron mortaja los besos que quedaron por nacer.
Aquí
en esta ciudad de vida
donde no hay continuidad de luz fría, aullidos de perro,
ni condominio,
aquí,
en este cementerio
yacen los besos
La Habana 7/1/82
|