Tijuana BC. Marzo 2012. Abrazos y besos en el marco del día que nos reconoce.
Se ha dicho con frecuencia, que las mujeres que escribimos, desarrollamos un solo tema, la vida, aunque con múltiples variaciones.
Que siempre estamos describiendo nuestros anhelos desde su más profunda intimidad, que vivimos dentro de nuestra escritura, de nuestros relatos.
Porque nuestras vidas, son cientos de anécdotas, que somos escritoras de garra y guerra, ya que nuestra condición femenina, incluye un alto porcentaje del síndrome Sherezada: caracterizado por la urgencia de comunicar, que está en nuestros genes, y por lo tanto, se tiene que informar como si nuestra vida dependiera de ello.
Es nuestra naturaleza emotiva, la que nos lleva a experimentar que cuando termina un amor, en cualquier punto del espacio o la imaginación, sentimos que comienza el infierno.
Y es así, como cada noche, la palabra escrita, nos lleva a una puerta que al abrirla, nos recibe con miles de luces.
A todas mis compañeras, poetizas, escritoras, les brindo abrazos y besos en el marco del día que nos reconoce como seres valiosas.
Y, a los compañeros que nos saludan y felicitan, quiero decirles que hay en sus palabras, una cierta aura que me seduce.
Y yo, que con facilidad soy seducida, doy infinitas gracias al cielo de no poder traer hijos al mundo, pues de otra manera, andaría a estas alturas de mi vida, recordando un centenar de hombres y arrastrando una veintena de hijos.
Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, donde estoy convencida que las mujeres que escribimos, soñamos, y amamos, si nos lo proponemos, podemos cambiar el eje de la tierra., porque ser mujer y poeta, es ser un alma que arde con sensibilidad pura.
Andrea Guadalupe.
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