Simplemente Maria
"La televisión modificó los hábitos y las costumbres, sobre todo en el núcleo familiar... creo que forma parte de una de las revoluciones culturales más importantes de la historia" Víctor Hugo Morales, Diario Clarín
Laura y su programa en Telemundo, me mantienen en cierto modo ligado al recuerdo del Perú... hoy presentó la explotación de la servidumbre en Lima, donde la cholita venida de la Sierra es violada por el patrón, heredada por el hijo, pegada por la señora y para colmo de males no le pagan ni la mandan al Colegio, el premo o enamorado era un zambito zarrapastroso y caficho que trataba de meterla a puta... Laura hace uso de su aparato de seguridad para meter preso al susodicho --- como si la justicia peruana estuviera en sus manos --- para luego regalar a la abusada un carrito sanguchero y una beca para estudiar Computación sin importar que la chica no sepa leer ni escribir, este maravilloso panorama --- aparentemente fraguado y ensayado como se puede discernir de las escenas grabadas por Cámaras Ocultas --- que es distribuido a todos los países Latinoamericanos y a los Estados Unidos mostrando nuestras miserias y arruinando nuestra reputación... si aquí dices que eres peruano la gente se cuenta los dedos después de darte la mano, para asegurarse que no le robaste alguno.
De vez en cuando en los Canales Latinos nos muestran los Pirañitas o el primer ministro, obligado por las idioteces que dice El Huaco --- que esta feliz porque subió del 5% hasta el 11% de popularidad gracias al campeonato de fútbol, tomando los seis puntos de Alan García, que los perdió por la patadita y la huelga fracasada --- aparece en conferencias de prensa para explicar que es lo que realmente quiso decir el Presidente e intenta justificar que Alejandro se cagara en el protocolo y le zampara un chupete a la Reina Sofía de España, sin olvidar las noticias de una primera dama gringa y rubia, vistiendo la ultima moda de la Cultura Chimú y unos hermosos yankees hechos con llantas Goodyear recicladas... montando Caballos de Paso con solo cintas de seda como un José Antonio cualquiera --- un paraíso utópico donde claramente se puede discernir que si alguna vez lo visita Jesucristo lo prostituyen --- pasada la vergüenza que sentí con toda esta prosopopeya, con la rabia que tenia logre mandar a la mierda al alemán y me acorde de que en Lima siempre se tostaron habas y que solo el chino salvará al Perú.
Corría el año de 1969, yo caminaba hacia la Tiendecita Azul en Miraflores, para comprar Mazapán --- el mejor que se conseguía en Lima --- acababa de salir del Cine, eran las nueve de la noche de un Martes de miércoles en el que a pesar de todo lo que trate, no conseguí ligar con ninguna de mis amigas --- léase amantes --- y tuve que aburrirme con una película de Barbra Streisand donde el amor triunfa gracias a la música, ya ni me acuerdo del titulo... ni de la música.
- ¡Arturo!. Escuché a lo lejos y al voltearme; ni se imaginan quien era... Alberto con su flamante uniforme de Teniente de la Fuerza Aérea Peruana.
- ¡Que tiempo sin verte! Intercambiamos ese montón elogios y mentiras que se acostumbra entre gente civilizada que se estima.
- Sabes que a Eduardo Velásquez, el hermano de Marielita... su papá lo boto de la casa, ahora nadie sabe nada de el. Conversamos un rato mas, nos despedimos y yo me fui con mis miserias a casa para no perder el Capitulo de la Telenovela.
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Panamericana Televisión Canal 5, lanzo al aire en 1969 una Telenovela en cuchucientos capítulos, llamada “Simplemente Maria” con Saby Kamalich que personificaba a una cholita venida a Lima a trabajar como sirvienta sin hijo para todo servicio, con cama adentro como se acostumbraba en esos tiempos, que es violada (o tal vez fue solo estupro, en la cama adentro) por el hijo de su patrón que es al mismo tiempo un hijo de puta --- personificado por Ricardo Blume ---, la doméstica rehúsa abortar, huye de la casa del patrón, pare un niño sano y robusto, estudia Corte y Confección y se convierte en la Diseñadora de Moda del momento a la que todo el mundo se la quiere mandar guardar, millonaria por añadidura, al final siguiendo las buenas costumbres se casa por amor con el único que se la tiro, que es el padre de su hijo... amor al níspero me imagino.
En resumen, este bodrio hizo llorar a las patronas y las aborígenes que se sentaban frente al televisor juntas para vivir las desgracias ajenas y creo una revolución cultural que amenazo con malograr el status quo de la servidumbre cuando las empleadas exigieron una hora libre al día, para asistir a las Academias de Corte y Confección que proliferaron como hierba mala.
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La señora estaba en la sala con sus amigas jugando Canasta, aprovechando que la Telenovela no empezaba hasta las nueve.
- ¡Hay un ruido insólito en tu techo! Dijo Juanita de la Macana mientras cantaba Canasta y exigía que se contaran los puntos.
- No se que puede ser... la Maria esta en su Academia de Corte y Confección. Replico la dueña de casa, mientras bajaba el montón de cartas que no podían ser acomodadas.
- ¡Mejor miras hija, no vayan ha ser ladrones y se tiran todo! Comento la comadre Rosario, acomodando las cartas mientras se comía el alfajor de manjar blanco.
- Vamos para ver que pasa. Dijo la vecina, parándose de la mesa con tal apuro que derramo la taza de Té, cagando el mantelito verde.
Cuando llegaron al techo, los ruidos y gemidos se hicieron más notables, en el cuarto de la servidumbre el catre rechinaba.
- ¡Mejor agarra un palo! Grito la Juanita.
Abrieron la puerta y encontraron que Maria con el vecino del otro piso, calatos sobre la cama estaban jugando a los números y ya habían llegado al 69, le rompieron el palo de la escoba en los lomos al vecino del piso de abajo, que no era otro que Eduardo Velásquez que se subía a escondidas al techo y a la Maria.
Como resultado final a Eduardo, su papá lo boto de la casa y toda la familia se mudo de edificio, a la Maria si no le paso nada porque era muy difícil en Lima conseguir buena servidumbre y porque el dueño de la casa abogo por ella... ante el temor de que contara que el también la visitaba cuando la señora jugaba Canasta en casa de las comadres.
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