Cuantas horas y minutos pasan
sin que pueda llegar a tu corazón,
cuanta angustia y encono se factura,
tanta nostalgia y olvido para que.
Donde se fue el candor de tu voz,
tu andar de travieso mozo elegante,
tu guante de cuero, tu lazo de piel,
es que ya tus versos poéticos fugaron.
No escribes mis canciones de amor,
el papel se transformo es piedra,
el oleaje de tu sentir es hierro candente,
tu sueño se transformo en nube oscura.
Donde estas que no te veo, ni te siento,
el amanecer llega lentamente a mi sien,
la noche dejo su huella en ella sin piedad,
la luna roja se descubrió negándote.
Yo aún te espero en mi cielo esmeralda,
juntando jazmines para nuestra noche de pasión,
soñando con el jardín donde nació el amor
este que me consume, me deleita aún sin ti.
MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI |