Un día cualquiera, a una hora en que la mayor parte del planeta está laboralmente Ocupado, dos personas interactúan virtualmente.
Entre anécdotas, y vivencias, se genera una suerte de amistad verbal que más tarde se concreta físicamente en un pequeño café.
Pasa el tiempo, no podría saber cuánto y entre frase y frase la inquietud aparece dando pie a un ir y venir de oraciones comprometedoras y seductoramente llamativas.
Largo fue el tiempo de espera, tenso el dialogo en ocasiones, hasta que las intensiones fortalecieron un nuevo encuentro.
Magníficamente planeado y con un lapso de tiempo limitado, logran formar parte de un proyecto simple…amarse sin límites…con segundos de espumas y palabras de ardientes verdades….como adolescentes limitados de experiencia, como dos almas solitarias buscando refugio , buscando paz….