Recuerdo claramente hace un par de semanas cuando estábamos mi mejor amiga y yo en su habitación, con la excusa de hacer un trabajo escrito para la universidad, pedido por nuestra maestra de ciencias, pero la verdad es aquel escrito, solo era un pretexto más, para poder estar juntas algo que nos apasionaba sin medida. Esa tarde como nunca, estábamos solas en la casa, su madre había salido a pagar el recibo de la luz si no me equivoco, por otra parte el padre y su única hermanas solo llegaban hasta la noche del trabajo.
En medio de la silenciosa soledad, las primeras palabras de Lauren fueron: --imagínate lo que encontré de mi hermana el otro día debajo de su cama, yo le pregunte: --que, ella me dijo: -- si te muestro lo que encontré me juras que no te escandalizas, yo dije: --¡claro que no!, ni que fuera una niñita, tengo 17 años, además no se te olvide que yo soy mayor que tu dos meses, seguidamente ella respondió a mis palabras con una risa y continuo diciendo: --mi hermana debajo de su cama tiene un vibrador. ¿Un qué? dije yo, algo desubicada, después ella siguió: --un vibrador, esos que las mujeres se ponen en las vagina para darse placer y también tenía una revistas donde salen unos manes re buenos, haciéndoles una “vainas” que ni te imaginas, a unas gringas “re tetonas y joponas”.
No se por qué pero mis manos empezaron a temblar, mi corazón se aceleró, recuerdo claramente que sentía mi mejillas calientes. Ella pregunto: --¡te gustaría verlo y ver las revistas! Mi respiración se aceleró muchísimo, es la hora y todavía me ocurre lo mismo cuando recuerdo ese momento. No entiendo por qué, mi mirada estaba perdida, la verdad reconozco, el miedo que sentí en el momento fue físicamente doloroso, la realidad es que yo de vibradores, pornografía y esas cosas pocon pocon sabía.
Ella repitió: ¿lo quieres ver?, Salome siempre fue muchísimo más precosa que yo aunque era algo menor, pero no sabía que tanto. Yo lo más parecido que sabía de sexo, era lo que mi único novio de vario años me había dicho entre helados, agarraditas de manos y uno que otro beso casi que celestial. Ella repitió: --entonces mejor dejamos así, cuando ella dijo así, las ganas de ver el vibrador fueron tantas y en ese segundo entendí, que las ganas le pueden al miedo, no sabía lo que estaba diciendo ni haciendo pero seguí adelante. Después salo dijo tiernamente: --entonces si lo quieres ver, que sea un vistazo rápido y ya, antes de que llegue alguien, mi mama llega como dentro de una hora y media, tú sabes que mi es fin de semana y mi hermana al igual que mi papa podrían llegar en cualquier momento. A las palabras de salome respondí :-- bueno muéstramelo ¡pero solo por curiosidad y ya! Ella estallo en una alegría ilógica saliendo a buscar el dichoso aparato y las revistas, que supongo seguían siendo escondías el mismo sitio en el cuarto de Adelaida.
Cuando ella volvió traía en su mano derecha unas revistas y en la izquierda una especie de plato sintético “re largo” como con mechitas plásticas en la punta, repito parecía un plátano con la diferencia que era totalmente azul transparentoso.
Bueno este es el vibrador anda cógelo me dijo y yo con mi aceleración rebosada, lo tome entre mis manos me senté en la cama y en un silencio muy fuerte contemplé aquel objeto sin tener ni idea de lo que me esperaba. Yo mira las revistas échales un ojeadita, salome tenía una risa muy acelerada también la típica risa nerviosa, cuando empezamos a mira las pagina de dichas hojas pornográficas, empecé a sentir lo que nunca había sentido,
Empecé a excitarme o como dirían aquí en mi tierra empecé a “arrecharme”, salome estaba igual que yo, me atrevería a decir que ella estaba más “arrecha” que yo.
De un momento a otro ella empezó a besarme el cuello, después de llevar casi 20 minutos mirando las revistas. Yo le pregunte: --qué haces, pero reconozco que no me desagrado para nada, porque cuando ella me beso el cuello sentí un corientazo, que subió por mi columna y explotaba en mi cabeza. Ella respondió: --no te gusta y no dije nada, ella lo siguió haciendo por un par de minutos más y obviamente mi cuerpo estaba experimentando sensaciones, que en ese momento de mi vida me parecían inexistentes, estaba tan pero, tan excitada que yo ubique su boca frente a la mía, y nos dimos un verdadero beso con lengua y “con todo”, durante un largo rato. Recuerdo también que nos apretábamos con gran fuerza. De un momento a otro ella se empezó a arrodillar enfrene de mí, también tengo presente e ese momento, que yo estaba en el borde de la cama. Ella me levanto la falda, me bajo las pantaletas de muñequitos que llevaba puesta y yo no dije nada, pero estaba a gusto con que lo hiciera. Después de que mi “cuca” como darían en Bogotá, estaba frente de su cara ella dijo: --que peluda que la tienes, espero que no sea un problema para mí encontrar tu clítoris. yo en mi calentura dije: -- mí que, en ese mismo momento cuando preguntaba, sentí su húmeda lengua y empecé a ver estrellas, siguió y siguió besándome y cuando estaba a punto de explotar casi, que literalmente ella levanto sus ojos y me dijo: -- te gustaría probar el vibrador te aseguro que se siente delicioso, no dije que sí pero tampoco que no, ella agarro con su mano derecha el supuesto plátano y empezó a sóbramelo más abajito,
De donde me estaba besando, ella siguió rosándome, cuando sentí que una parte del plátano entro sencillamente explote….Salome y yo más nunca nos volvimos hablar desde aquel día, en donde el más grande de los órganos me robo a mi mejor amiga…
Postdate: salo all time I think in you
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