ODERAN era no solo era un parque olvidado sino también el punto de reunión de seis jóvenes que llegaban siempre a las seis de la tarde a reunirse y divertirse, a pesar de los años y de haber perdido todo su esplendor el lugar donado en sus tiempos dorados por la extinta familia Almaro conservaba un encanto único, poseía un estanque que sin ninguna explicación aparente siempre se encontraba limpio.

Los seis adolecentes llamados Sofía, Luis, Francisco, Gina, Aura y Andrea eran muy amigos desde niños y siempre acostumbraban llegar a eso de las seis para hablar y jugar básquet en la cancha anexa al abandonado sitio para diversiones y partían hacia sus respectivas casas a las nueve de la noche. Un día perdieron la noción del tiempo y entre risas y juegos les dieron las diez, justo cuando se disponían a despedirse y a irse cada quien a su respectiva casa, escucharon leves susurros que provenían de lo que alguna vez fue la atracción principal, al asomarse vieron trece personas reunidas en círculos con largas túnicas blancas, dichos personajes se encontraban amarrados con sogas a la altura del cuello unidos al espiral mecánico que hacia años se encontraba fuera de funcionamiento.

Tal imagen los impresionó y hasta quisieron preguntar que se encontraban haciendo pero les pareció que serian un poco inoportunos y entonces decidieron esperar, durante aproximadamente una hora, hasta que Sofía y Gina cansadas de tanto observar y en un impulso, se acercaron hacia las trece personas.

Una vez estuvieron al frente de las extrañas personas, notaron algo muy raro estas se encontraban flotando y en sus oraciones lo único que hacían era pedir que las liberaran del martirio en el que se encontraban, una y otra ves era algo así como un clamor incesante, en el desespero Gina se acerco aun mas para retirar las cuerdas pero una vez lo hubo hecho el juego mecánico se encendió y una larga cuerda a su cuello se aferro, impresionada entonces Sofía trató de auxiliarla pero justo en ese instante el juego desapareció llevándose con el a su amiga y a las trece extrañas personas.

Sin capacidad de reaccionar sus amigos se quedaron impávidos y en un acto impulsivo lo único que hicieron fue ver que horas marcaba el reloj, eran exactamente las once y quince minutos, algo desconcertados decidieron callar todo lo que habían visto y acordaron no hablar de lo sucedido, pues los tacharían de locos.

Al día siguiente al encontrarse en la cancha justo a las seis de la tarde entonces discutieron el nuevo punto de reunión pues ese lugar ya no les inspiraba confianza, justo se disponían a marchar hacia a otro sitio, cuando desde el parque los llamaba Gina, desconcertada solo Sofía acudió al llamado, pero al colocar un pie dentro del sitio que para ellos había pasado a ser prohibido la joven floto y una vez en los aires perros de fuego la rodearon y sin la mas mínima piedad la despedazaron ante la mirada impávida de sus amigos. Atemorizados trataron de correr pero no lo hacían pues sus piernas no les respondían, acorralados y muertos del miedo trataron de gritar pero hasta la voz se les ocultaba, de pronto vieron como a las seis de la tarde todo oscureció como si fuera muy entrada la noche en esa zona, las personas que allí por allí pasaban se desvanecieron como el polvo. Luis, Francisco, Laura y Andrea se encontraban rodeados como de una espesa neblina que apenas y les permitía verse a ellos mismo, aterrados creían que ese iba a ser su fin , pero contrario a eso algo paso, fueron liberados con la condición de que antes de que se cumpliera un lustro a partir de ese día ellos deberían llevar trece personas cada uno al juego metálico en espiral a las once y quince de la noche y con voz fuerte gritar el nombre de la persona que sacrificaban y rendir reverencia a Oderan.

La idea les pareció repulsiva pero con tal de salir del apuro decidieron aceptar no sin antes conocer al ser que desde ese día viviría siempre junto a ellos. De entre la neblina vieron aparecer a un hombrecito muy pequeño, formalmente vestido, de rostro avejentado y sonrisa aterradora, en su brazo derecho llevaba un cofre de plata y en la derecha una daga en forma de serpiente, con voz muy alta les dijo:

_ Yo soy Oderan y si quieren vivir mi mandato cumplirán, antes de cinco años ustedes sus sacrificios traerán de lo contrario ustedes en el infierno arderán.

Andrea solo atinó a mirar la daga y entonces observó que en la empuñadura sobresalían quince hilos muy finos de oro que se ataban justo a la altura de su muñeca, pero simplemente guardó silencio y espero a que todo ese terrible momento pasara. Posteriormente todo volvió a la normalidad, espantados corrieron lo mas lejos que pudieron de ese endiablado lugar.

Cuando pensaron que se encontraban lo suficientemente lejos y una vez pasado el susto notaron que tenían cada uno un pequeño signo en el brazo izquierdo, dicha figura era el carácter alfa el cual para los griegos significaba comienzo.

Pensando que hacer acordaron no entregar a nadie al martirio eterno que significaba vivir en ese parque además, decidieron que lo mejor era alejarse de ese lugar de una vez por todas y para siempre, fue así como cada uno de ellos tomo su camino y trato de vivir su vida enterrando los sucesos que los marcaron.
Cuando pasaron cinco años cada uno de ellos no pensaba en nada de lo ocurrido cada uno ya había iniciado una nueva vida lejos de la ciudad en donde se encontraba ubicado Oderan, sin embargo, justo para el aniversario del pacto los cuatro se vieron transportados justo a las seis de la tarde al horrible parque de diversiones allí los esperaba El hombrecito que llevaba por nombre el mismo que el parque.

Oderan los miró y con voz muy fuerte les dijo ahora por no cumplir su parte del trato sus almas serán condenadas, una vez dicho esto los cuatro jóvenes corrieron cada uno en direcciones distintas, cada uno de ellos solo sentía su corazón latir y la voz incesante en su cabeza de querer morir antes que quedar atrapado en ese parque.

El primero en ser atrapado fue Luis que sin poder defenderse quedo atrapado por una larga cuerda de oro que se envolvió en sus piernas, el segundo fue Francisco quien fue atrapado por los perros de fuego, la tercera fue Laura que al ver como habían sido atrapados sus amigos simplemente se dio por vencida y sin luchar se entrego al juego mecánico, que una vez la tuvo cerca se encendió, tiró de ella y en un abrir y cerrar de ojos la enterró en su base.

La única que aun luchaba por no quedar apresada era Andrea que al ver el pozo se lanzó a él sin pensarlo dos veces, pero en el fondo aguardaba por ella Oderan el duende que había iniciado la persecución, fue en ese momento que creyó que todo estaba perdido, pero el hombrecito lejos de amarrarla solo la jalo hacia un espacio que parecía una burbuja dentro del estanque y le dijo sino te mueves el no te encontrará.

Oderan la miró muy triste y le contó con pesar su historia:

-“Hace años Jeremías Almaro se encontró conmigo en un riachuelo y se aprovechó de mi ingenuidad para proponerme un trato, si a las once y quince de la noche Almaro no lograba pescar nada él me daría algo muy valioso, una moneda de oro pero si lo contrario sucedía y pescaba algo, entonces yo debería darle algo de mucho valor para mi.

Dichas las condiciones acepté el trato y empezamos a competir por quien pescaría primero un pez, de pronto, al ser las once, Jeremías sacó de adentro de una pequeña bolsa negra un pescado y lo lanzó al rio e inmediatamente lo volvió a tomar entre sus manos, enfurecido le recriminé pero éste riendo solo me dijo que en la apuesta nadie había dicho que el pez tenia que estar vivo y mucho menos ser del estanque.

Hacer una promesa con un duende es realizar un pacto sagrado y Jeremías reclamaba su premio, lastimosamente para mi lo mas valioso que poseía era mi libertad y él lo sabia, así que debo hacer todo lo que él me ordena y su primer mandato fue ser tan poderoso como un dios, pero niña eso no es tan sencillo , pues solo se logra con el ofrecimiento de 300 vidas humanas, entonces mandó a construir un parque y encantarlo para reclutar todas las almas necesarias, así sucedió que los primeros en perecer fueron sus hijos, su esposa y sus hermanos,

Al ver que mis fuerzas no eran suficientes para liberarlos, entonces decidí alejar a todo ser de este lugar, perdóname quise salvarlos pero no pude.”

Andrea una vez escuchó la historia le pidió a Oderan sacarla de la burbuja y llevarla hasta jeremías.

Oderan presto a la orden de la joven la llevó justo a la cima del juego mecánico en espiral, allí en ese sitio se encontraba un ser con ojos saltones y sonrisa distorconada que al mirarlos le dijo a Oderan:
- Viejo duende debes apresarla no traerla aquí

Pero Andrea interrumpió y solo le propuso una carrera de nado en el estanque en la cual ganaría quien mas profundo llegara a cambio del dominio absoluto de su alma y el de toda su familia si llegaba a perder, pero si ganaba el malvado señor debería acatar todas las ordenes de ella. Jeremías aceptó.

Pasaron solo unos segundos cuando ambos se encontraban frente al estanque, justo antes de empezar la carrera Andrea miró a Oderan y éste pareció entenderlo todo.

Durante minutos Jeremías nadó y nadó pero el agua no parecía tener fin hasta que sintió que se ahogaba y salió a respirar, cuando de pronto observó una luz en lo mas profundo del estanque, era Andrea sentada en el fondo del mismo y envuelta en una burbuja de agua, la joven le había ganado.

El viejo malvado quiso protestar pero Oderan le dijo que en el acuerdo nunca se mencionó que un duende no pudiese ayudar a Andrea.

Obligado a cumplir su compromiso Jeremías liberó las dieciocho que tenia cautivas en el parque y además tuvo que dejar ir a Oderan, luego de eso la orden final de Andrea fue que Jeremías se pudriese en el infierno.

Andrea no logró hacer que sus amigos sobrevivieran pero salvó sus almas y además liberó a un pobre duende que por siempre de ella cuidaría.