Tijuana BC. Marzo 2012. Una reflexión sobre el tejido social.
No basta con combatir el crimen, hay que reconstruir el tejido social: Calderón
Durante un evento en Guanajuato, el presidente dijo que para arreglar el problema de la seguridad no basta combatir a los criminales.
Se requiere también reconstruir instituciones.
Para arreglar el problema de la seguridad no basta, se necesita pero no basta combatir a los criminales como estamos haciendo con toda determinación.
Se requiere también, y sobre todo reconstruir instituciones, por eso nosotros estamos depurando a paso veloz la Policía Federal y la Procuraduría General de la República con el apoyo, el respaldo que las fuerzas armadas, mencionó.
No obstante, aclaró que lo más importante es reconstruir el tejido social: ¿Qué es eso?
Que en el tejido en las relaciones, en los lazos que unen a las familias, a las comunidades, no entre, no quepa, no pase.
Que los muchachos estén cohesionados a la comunidad que, eso impida que los recluten como carne de cañón los criminales, o que los enganchen a la esclavitud de las adicciones de las drogas.
Hoy el Estado quiere recomponer lo que quebranto: Familia, comunidad, escuela, iglesia, respeto a la ley, a la palabra; solidaridad, confianza, ciudadanía…
Una reflexión sobre el tejido social: Todo empezó con una célula individual, algunos seres biológicos ahí se quedaron, aunque en un momento tan decisivo como el origen de la vida, se dio el salto.
Las células se organizan en una estructura coordinada y apareció el tejido...todo se complicó sucesivamente hasta producir entes especializados.
Nosotr@s hicimos algo parecido, andábamos por ahí valiendo queso sol@s, recogiendo lo que se pudiera, nos unimos en primitivos grupos flojamente organizados, sólo para matar al mamut, aunque en algún momento se dio el brinco.
A partir del crisol familiar se generaron clanes, tribus, naciones y reinos hasta llegar a estructuras tan complicadas como el gran estado corporativo o socialista, en los donde el individuo se difumina y su identidad solo es reconocida por el mismo.
Hecho esto, lo demás fue cosa de armar y combinar.
Con un número limitado de tejidos se arma cualquier órgano, con un número limitado de organizaciones sencillas, familia, clan, mafia, peña, cofradía, logia, partido se arma y se maneja una sociedad compleja.
Es asombroso el caso de los virus de computadoras, que hacen exactamente lo mismo que los biológicos.
Se meten a la célula y utilizan su maquinaria metabólica que ellos no tienen, para resolver todas sus funciones de crecimiento y multiplicación, se meten a los programas y lo usan para sus propios fines.
Un tóxico puede dañar a células individuales y si son muchas se convierte en un problema para el tejido ya que deja de funcionar.
Tóxicos como las adicciones, la miseria, la acumulación de la riqueza, la ignorancia, la anarquía, el desgobierno, la frivolidad y la injusticia pueden deshacer el tejido social.
Ante la amenaza, el tejido se manifiesta con la respuesta inflamatoria, una especie de operativo policiaco, con la infantería (los glóbulos blancos); sus vehículos de batalla, (macrófagos y monocitos) y la inteligencia militar con acceso a bases de datos sobre el comportamiento del enemigo (linfocitos y el sistema inmune) juntos integran una respuesta coordinada y efectiva.
La inflamación protege de infecciones, aunque al mismo tiempo produce daño en los tejidos, como suelen hacerlo las fuerzas policiacas represivas granaderos con las puertas, ventanas y algunos inocentes quienes pasaban por el lugar de los hechos o veían con la boca abierta la manifestación.
Si el daño a los tejidos no es muy grande, este se repara sin mayor trámite gracias a la respuesta inflamatoria, algo similar a lo que hace la policía cuando deshace un pleito en la cantina o se lleva al gringo que empezó la bronca y aquí no pasó nada.
Cuando el daño es tal que no puede reponerse, entones viene la organización, u operación cicatriz, al reparar el mal con un tejido que llena el hueco sólo que no reconstruye la función original.
El cáncer es una comunidad de células, que por muchos y muy complejos mecanismos, no del todo conocidos, se desatrampa y se pasa por lo más pando las restricciones morfostáticas que controlan al tejido donde se originó y se ponen a crecer desaforadamente.
Son como esos grupos sociales que se brincan las trancas, quienes se desvinculan de los acotamientos indispensables para una vida común en la sociedad.
El cáncer comete el perfecto error de algunos sindicatos de darle en la madre a su fuente de trabajo.
Aunque hay virus como el de la rabia que cometen la idiotez de matar a sus huésped y hundirse con él.
Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, donde reflexiono y me pregunto: México: ¿Cáncer o rabia?
Andrea Guadalupe.