Ya no quiero ser esta que llora y te ama. Quiero ser otra, una cualquiera o una gran dama. Quiero librarme de ti y tus antojos. Quiero alejarme del alcance de tus ojos. Fuiste tanto, habitabas en mi almohada. Lo fuiste todo y hoy ya no eres nada. De pronto te desvaneciste como vapor de agua. Te lamentan mis lágrimas, mi cuerpo te clama. Viniste a traerme amor y esperanza. Y hoy te largas y me dejas la añoranza. Vete de una vez, no quiero tu lástima. Recorre otros caminos, afila tu lanza. Yo seguiré viviendo, cada vez con más calma. Y despertaré de este mal sueño, en una nueva mañana.
Texto agregado el 28-02-2012, y leído por 89 visitantes. (1 voto)