estimo que el amor es energía, que según las leyes de la física podemos aplicar una condicionante lógica y por tanto afirmar que, el amor no se crea ni se destruye solo sufre transformaciones, y cuán fácil resulta odiar o destruir si no encuentra una causa, dar un destino al amor aun cuando no sea el origen y ver que el entorno se sucede diferente porque a toda acción corresponde una reacción de la misma magnitud pero en sentido contrario. Que a quién no le gusta sentirse querido, que las personas más queridas son las más afectivas, que un día de estos podríamos charlar mientras crece Camilo, un pequeño árbol que ocupa un espacio en mi sala, con el amor que no he de darte como una expresión tautológica del amor que le precede a mi fe y a la lectura una suerte en una galletita que se equivoca constantemente de destinatario…