Danzando en el cielo, imagino tus sueños, despejo el dehielo que duró cien años. Si me lo preguntas diría que te amo y mientras me inventas, yo no te reclamo. Es sólo que siento temor en tus huesos, beso tu aliento y abrazo tus juegos. Tantos sentimientos y todos revueltos.
Texto agregado el 25-02-2012, y leído por 267 visitantes. (4 votos)