Nuestros cuerpos divagan en lugares distintos, es obvio que no estas, las lágrimas surgen sin aviso cuando intento dormir; la melodía que un día soñé sentir, hoy aviva recuerdos dolorosos pero a la ves tan llenos de vida.

El tiempo ha marchitado mi cuerpo y el de todos supongo, pero igual sigo de pie, es cierto que no soy el mismo, mi pensar flota en nubes imaginarias y mi sentir a madurado paso a paso, golpe tras golpe; duele y a veces no quieres levantarte pero siempre surges tu, para hacerme entender que la vida tiene sentido si persisto en la firme idea que grita mi corazón.

En la absoluta soledad que cubre mis días entendí que mientras más intente apartarme de ti, más necesito de ti, que las lágrimas son necesarias si nacen de la más pura melodía del alma.

Entendí que no hay que soñar para sentir, sino vivir para sentir, sentir con cada átomo que te forma, porque la vida tristemente es corta y prefiero ahogarme en tus labios y en tu cuerpo, que morir en la utopía de una estrella tan distante.