En una vieja casa ubicada al extremo sur-oriente de Francia, a mitades de los años cuarenta del siglo pasado, en el friolento municipio agrícola y ganadero conocido como Provenza, vivía una señora profesante de la religión judía, quien tenia 66 años de edad, una mujer flaca, alta, de ojos cafés, con grandes dientes amarillos, de cabello blanco además de corto, y propietaria de una piel tostada igual que enrojecida, por el inclemente frío que recibía en sus largas jornadas de ordeño madrugada tras madrugada, llamada ADELAIDA LOMUR.
Esta mujer siempre vestía una inmensa ruana de virginesca lana gris, con una sudadera roja o azul dependiendo de su estado de animo siendo la azul para días fríos y la roja para lo tímidos días soleados.
En esa remendada vivienda ADELAIDA LOMUR vivía acompañada por su única hija, una mujer "cuarentona", falta de salud, gorda, con baja estatura de mal carácter he infinitamente blanca, además tenia cabello largo desordenado y rubio, llamada CHANALI LETUA, esta señora regordeta había perdido a su esposo y a su padre en una misma guerra, peleada en contra de Alemania, siendo este un dolor que la cardiaca mujer, jamás pudo superar.
Aparte de las dos mujeres ya descritas en este relato, en la edificación, también Vivian, las tres hijas de CHANALI LETUA, unas niñas delgadas y de apariencia insípida con 14, 12, y 9 de años respectivamente, a quienes su tono de piel blanco, igual al de su progenitora, les permitía Mostar sus azulosas he incontables venas, las que en muchos momentos, eran “fastidiosas” a la vista, Estas menores respondían a los siguientes nombres: VAIOLET la mayor, DAYAN la segunda en nacer y la menor MELANI, siendo los apellidos de las niñas, DUCASSE LETUA.
La vivienda estaba pintada de verde manzana, pero por el pasar de los años y por la falta de mantenimiento, parecía ser una casa en obra negra, sus pisos igual que las ventanas y los techos daban la apariencia de tener el triple de tiempo de fabricación, que verdaderamente tenían. En todos los rincones de aquel inmenso caserón de sensación fantasmal, Habían muchísimas telarañas, las que armoniosamente decoraban el lugar. Los tejidos de araña ya hacían parte de la historia de ese sitio, y desde hacia mucho tiempo ninguno de los integrantes humanos de la casa, luchaban en contra de las arañas ni de sus hilares. Por esta razón los mencionados arácnidos pasaron de ser en relativamente poco tiempo, de unos emigrantes ilegales provenientes del occidente de Bélgica, a ciudadanos nacionalizados de la francesa y oscura vivienda.
Decir cuantas arañas existían en los 380 metros cuadros de la antaña edificación, o hablar del glosario de insectos o reptiles, pertenecientes a la casa, es algo ilógico además de irrelevante para este cuento, el cual tampoco se centra ni en la anciana ni sus hijas y mucho menos sus nietas, directamente. Pero los eventos que escribiré a futuro de estas 5 mujeres, darán el efecto domino que permitirá, entregarle la moraleja a esta improvisada fabula.
Mi historia la que hoy te regalo a ti, quien al llegar hasta esta instancia, has seguido leyendo, se centra en esencia en dos personajes de una misma especie y familia, un par de peligrosas arañas conocidas como las viudas negras, famosas por su letal veneno, causante de un considerable numero de muertos en humanos. La primera, del par de arañas, es un espécimen adulto femenino, llamado NOIRE, que traducido al español significa, NEGRA y la segunda araña es la única hija de NOIRE que tiene como nombre AIGUILLE que significa aguja. AIGUILLE contaba con pocos meses de vida y en un rincón del húmedo techo en el cuarto de la anciana, ADELAIDA LAMUR, la infantil arañita, vivía con su madre a quien veneraba con locura, AIGUILLE en cada ocasión que veía a su mama tejiendo telarañas o capturando insectos repetía la siguiente frase una y otra vez mientras intentaba darle un abrazo a NOIRE: --Madre Cuando Sea Grande Quiero Ser Igual Que Tú, Tener Tus Técnicas, Tu Carácter, Tu Determinación Y Todo Lo Que Te Identifica, a estas palabras la madre de la pequeña viuda negra, la adulta y parca NOIRE poco prestaba atención, al tiempo que despreciaba totalmente los abrazos de su inocente hija y solo se dedicaba a la supervivencia de ella y de la parlanchina AIGUILLE como NOIRE la llamaba.
Una mañana la pequeña AIGUILLE atravesó la casa y llego hasta la habitación de VIOLET, DAYAN, Y MELANI DUCASSE, notando que en aquel lugar, habían unas hermosas telarañas abandonadas, en forma de hamacas, en las que perfectamente se podría jugar a columpiarse, rápidamente volvió donde su mama y le dijo intentando por segundo vez abrazarla: --¿madre podríamos ir a jugar tú y yo en las telarañas solitarias que estas en el cuarto de las niñas?, a lo que NOIRE rechazando nuevamente el abrazo de su hija respondió: --¡AGUILLE debo trabajar!, Para que podamos sobrevivir, además necesito reparar unas telarañas que las fuertes brisas dañaron la noche anterior, esto nos permitirá tener mayor cantidad de comida. A las palabras de su madre, AIGUILLE respondió: --madre perdóname por lo que he dicho, es verdad que estas muy ocupada, lo siento, cuando sea grande quiero ser como tu y nadie mas que tu,
yo jugare en el cuarto de las niñas no tardare, a lo que su madre NOIRE solamente respondió: --ten ciudado en un tono de frialdad que congelo el momento.
Pasaron varios meses y la rutina en el hogar de las 5 mujeres quienes tenían tres apellidos diferentes, conocido como la casa de los letua, fue interrumpida un apacigüe domino por una tempranera visita de 20 soldados, comandados por un mayor de apellido CHATULÁ, un señor alto con dos penetrantes ojos verdes, de peinado perfecto y hermosa apariencia, quien toco la puerta fuertemente y con demasía prepotencia. Al abrir la puerta las mujeres que aparecieron ante la vista del mayor, adoraron la belleza de tan masculino ser, quien abrió sus embriagantes labios diciendo: --buenos días señoras y señoritas, seguidamente continuo sin ningún tipo de tacto, tienen hasta el atardecer para abandonar la casa, los ejércitos alemanes quien nuevamente han declarado la guerra a Europa dirigidos por un tal señor de apellido Hitler, dominaran estas tierras y acabaran con todo a su paso. Las palabras del mayor recibieron un extremo silencio por parte de las mujeres adultas quien ya conocía el flagelo de la guerra, Posterior a esto el mayor dijo: --huyan al norte y en lo posible atraviesen el mar y lleguen a Inglaterra, después de esto los soldados se marcharon.
Inmediatamente ADELAIDA dijo a su hija y sus nietas: --yo no me iré de mi casa, que venga ese Hitler, ¡que me mate si quiere! CHANALI LETUA al escuchar las palabras de su madre y ver a todos sus vecinos de Provenza, huir despavoridos hacia el norte de Francia para intentar llegar a la costa norte, he intentar llegar a la gran bretaña y de esta manera escapar de las garras de la muerte, respondió a su madre: --¡no puedo quedarme aquí mama! ya perdí a mi padre y a mi esposo por una guerra sin sentido, debo salvar la vida de mis hijas y la mía por el bien de ellas,
ADELAIDA LETUA meditando en la frase de su hija respondió: --CHANALI toma a las niñas alisten sus cosas y márchense con los vecinos en busca de la salvación, ¡yo, ya estoy muy vieja para tan largo viaje! CHANALI miro a su madre e inundada de tristeza la obedeció, las niñas lloraban sin consuelo por tener que irse de la casa donde estaban escondidos todos sus recuerdos y retazos de sus almas.
Empacaron lo que pudieron y en un par de horas después de que el sol enjuago su pereza, se marcharon, para mas nunca volver a verse con su amada abuela.
Aguille quien ya era una hermosa araña adulta, totalmente negra como el Ébano, noto la soledad de la casa, aquel mismo domingo en el que ella se alejaría del lado de su madre para siempre, por petición de la misma NOIRE y dijo a su madre: que pasara por que hoy la casa esta tan sola, a la pregunta de su hija noire contesto: --AGUILLE no tengo tiempo para estar pendiente de esas cosas, tengo mucho por hacer, inmediatamente AGUILLE respondió: --madre mi gran sueño es ser como tu, siempre trabajando, todo el tiempo dispuesta y atenta, sin dejarse distraer por nada ni nadie, quiero convertirme en el ser maravilloso que eres tu, Como era costumbre NOIRE se silencio y no presto cuidado a las palabras de AIGUILLE.
Ese domingo en el que las cuatro mujeres se marcharon para siempre por culpa de la guerra, quedándose la anciana ADELAIDA LOMUR, sola a la espera que los alemanes vinieran por ella, AGUILLE se mudo para la cocina de la casa, al otro extremo de la gigantesca construcción,
Para crear su propia hermosa telaraña he ir en busca de su sueño, ser igual que su madre una gran araña dedicada de tiempo completo a sus ideales.
Los meses pasaron y los alemanes nunca aparecieron, ADELAIDA LAMUR lloraba constantemente por la ausencia de su hija y de sus nietas, hasta que desde la ventana ubicada en su habitación, noto como algunos de sus vecinos día tras día iban regresando a sus casas, algo que poco a poco fue secando sus lágrimas.
Una mañana de otoño alguien llamo a la puerta principal, la vieja ADELAIDA corrió creyendo que la persona que tocaba era uno de sus tesoros, pero al abrir la rechinante madera, un señor huesudo, de pelo como nieve dijo: --hola ADELAIDA y la anciana respondió, hola RÓMULO, que tal el viaje de regreso, a lo que el anciano de nombre Rómulo contestó: --difícil pero se pudo, ADELAIDA vio dolor en la mirada perdida de RÓMULO y pregunto ¿que pasa?, RÓMULO sobandose sus ojos dijo: --tu hija y tu nietas al igual que mis hijos como muchos otros, fueron presos por los alemanes cuando intentábamos atravesar el país y los llevaron a unos campos de concentración nazi,
que no son mas que lugares de tortura para los prisioneros franceses, por parte de los seguidores del demoniaco Hitler, como es obvio yo logre escapar, por esa razón muchos regresamos, huyendo de los alemanes de quienes pensábamos venían por el oriente,
pero resulto que se aproximan por el noroccidente. ADELAIDA no se inmuto y dijo: --es tiempo de que te vayas RÓMULO, el anciano no tenia fuerza para más preguntas o respuestas y se marcho.
En la noche ese mismo día, en un ataque de desasosiego, ADELAIDA LAMUR de seis décadas y media de existencia de existencia, agarro su escoba iniciando un aseo general en toda la casa, después de varias horas de muchísima limpieza, noto que las arañas minuto a minuto perdían la nacionalidad en casa de los letua y montada sobre una banca de madera, con la ayuda de su escoba quito por completo todas las telarañas, matando asi todos los arácnidos que quiso. ADELAIDA noto que su casa estaba impecable en lo posible, seguidamente, amarro una fuerte soga en el centro del techo de la sala y usando ese mismo banquito que le sirvió para aniquilar los insectos,
pudo poner el nudo que hizo con el extremo colgante de la soga alrededor su cuello, después se ahorco rápidamente y en silencio, dejando tras ella una casa implacable como en muchos años no se había visto en aquel lugar, seguramente para recibir a la muerte de manera digna…
"Pero esta historia no termina aquí, te recuerdo, si aun no te has aburrido y sigues con detenimiento la lectura, que aunque por momentos no lo parezca, los personas centrales de este escrito en casi su totalidad son las arañas y nada mas que las arañas lo demás simplemente, es un efecto domino que le entrega como ya te había escrito al comienzo de la historia, la moraleja a esta improvisada fabula".
ADELAIDA LAMUR no dejo rastros de telarañas, pero NAIRE, como otras pocas arañas, sobrevivieron a la matanza de la anciana, quien rompió el silencioso pacto de paz que existía en ese lugar, naire quedo maltratada con dos de sus patas rotas, Rápidamente se acordó de su hija AGUILLE quien ya debería ser para ese entonces adulta, una imponente y poderosa araña de la peligrosa especie viuda negra. Como nunca había ocurrido en todo su vida, desde que nació AIGUILLE,
NAIRE tuvo deseos de ir a su encuentro y saber si AGUILLE había podido sobrevivir, además desde que AIGUILLE se había ido no la había vuelto a ver. Con sus pocas fuerzas pero con tenacidad propia de esta especie de arañas, llego hasta la cocina pues sabia que su hija había fabricado su casa hay y revisó cuidadosamente pero no vio a su hija por ninguna parte,Llena de nostalgia, deseó poder haber jugado con su hija tan sola una vez de las tantas que AIGUILLE la invito. NAIRE se volteo para volver a la habitación de la difunta ADELAIDA LAMUR, pero antes de salir de la cocina escucho una voz que dijo: -- mama eres tú, NAIRE volteo y vio a su hija que ahora tenia mayor tamaño que ella y mucha mas fuerza, seguidamente llego al encuentro con AIGUILLE, NAIRE deseo abrazar a su hija pero AIGUILLE dijo: --mama que haces? no hay tiempo de abrazos, tengo a mis 4 hijos en un telaraña de seguridad que construí detrás de la nevera, cuando vi que inicio la matanza, NAIRE a las palabras de su hija dijo: --es verdad hija no hay tiempo, es tiempo de trabajar, después NAIRE dijo a su hija: --AGUILLE puedo conocer a tus hijos y AGUILLE respondió: --mama no tengo tiempo, te repito, tengo muchas cosas por hacer, pero me alegro en verte. Naire cargado de tristeza y como último acto de esperanza exclamo: --hija será que puedo vivir contigo, no me siento bien, y la viuda negra de nombre AGUILLE respondió: --mama no tengo espacio para ti, además estoy muy ocupada,
Con todo esto que a pasado no puedo atenderte más, debo buscar comida para mis hijos, ahora debes marcharte, AGUILLE dio la espalda y dijo: --hasta siempre mama. Al ver NAIRE que su hija se marchaba en busca de comida para sus hijos, noto que el sueño de la araña en otras palabras el sueño de su hija AGUILLE, se había convertido en realidad, ya que AGUILLE se había convertido en todo lo que NAIRE era y lo perfecciono. Pocas horas después naire murió por inanición a causa de sus mínimas fuerzas.
FIN
Bueno si llegaste hasta el final de la historia, ya sabes cual es la moraleja, espero que la tengas presente en el momento de compartir con las personas que podrías perder por tu culpa.
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