No fue tan simple ni tan fútil
y alguna huella dejo aquel desliz
que te hizo reverdecer
y sentir esa inquietud casi oculta
por la compostura propia de los años
y el compromiso de ser mi mujer
Vi el esmero con que ocultabas tus canas
Vi los gestos frente al espejo
Renovaste el vestuario, avivaste los colores
Y yo te regalaba flores que no veías

Me daba cuenta y de celos me moría
Y mientras soñabas a mi lado
Mis noches se hacían eternas
Pensando cómo recuperarte
Pero el viejo sabio del tiempo
Poco a poco te fue haciendo olvidar
Tal vez nunca completamente
Ese amor ilegal y clandestino
Que casi te arranca de mi

Reproches no tengo
Como podría si tú me contaste
Después que todo terminó
Y volviste a ser mi chiquitita.