Desorientado




De pronto, al salir a la calle,
Me he sentido desorientado,
Como si nunca hubiese estado
En este lugar, que por cambiar,
Solo cambia de color,
Y solo en tu mirada.

Como digo, me he sentido perdido,
Mirando a mí alrededor,
Donde se encontraban hablando
Sobre el tiempo, unos mirlos
Cantarines.

Han sido ellos, con su improvisada
Entonación, los que me han señalado
En que lugar me encontraba.

Había llegado a tierras habituales,
A las planicies en las que los extraños
Se acercan con frecuencia.

Donde las gotas de rocío del alba,
Antes de que se sequen ante mis ojos,
Se convierten en el perverso texto
De los ajenos llegados.


Aguadulce, febrero de 2012
José María De Benito