Noche sin estrellas, la suave brisa de la lluvia, ausente por unos minutos mojaba el verde pasto, sobre una roca me encontraba de viendo el horizonte, yo un lobo como siempre cantandole a mi amiga la luna llena en una noche sin estrellas, el suave canto de los grillos fue interrumpido por una especie de descarga, mi amigo el buho llego volando y me dijo que el bosque ardìa en llamas, por unas criaturas amorfas y desquiciadas.
Me aventure corriendo a lo mas que podìa, el aire se escudriñaba entre mi espeso pelaje, fue entonces cuando vi a esas criaturas, con un pelaje muy raro de distintos colores, en su frente tenìan un ojo que alumbraba, sus manos con guantes encendidos en fuego y sus rostros, aguerridos por la violencia.
Incendiaban el bosque con una gran emociòn, fue entonces cuando uno de ellos me vio, hizo un sonido muy extraño, nunca lo habia escuchado y fue tras de mì, entonces, mi mejor amigo el oso saliò de las sombras, con su inmensa presencia, se parò como esas criaturas y le dio un zarpazo a uno de ellos, los otros enloquecieron y le lanzaron algo que no pude distinguir y en ese mismo lugar cayò mi amigo, me dijo que me fuera, y , siguiendo su consejo salì de el lugar, las llamas rodeaban casi todo mi entorno y me asfixiaba el humo que se desprendia de los àrboles, uno de ellos corriò detràs de mì, indefenso ante todo aquello no me quedo nada mas que escapar.
Lleguè a un punto donde mis piernas se negaban a continuar, el cansancio, la sed me impedìa moverme, fue entonces cuando vi a mi amada luna, le dije que no podrìa seguirle cantando mas, me pareciò ver una sonrisa en la inmensa bola blanca, luego de eso senti un calor en mi cuerpo, cuando vi tenia un agujero del cual emanaba mi sangre, la criatura gritaba feliz por haberme atrapado, yo solamente cerrè mis ojos y me recoste en el pasto.
Pasaron unos minutos y el dolor desapareciò, mi vista se nublò y fue cuando escuche una dulce voz que me dijo “ya no me podras cantar desde alli, ven aca y descansa conmigo por siempre”.
Fue entonces cuando pude estar con la luna, y desde ella veo a mis demas amigos, algunos no lo lograron, pero otros le seguiran cantando a la luna y ahora, tambien a mi.
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