Hace ya algún tiempo, creí encontrar en su suave mirada a quien me llevaría al país de los enamorados; ella, una rubia alta y preciosa, de mirada atlántica y una hermosa silueta; recuerdo que fue en el aeropuerto de Bogotá, en el Dorado. En ese entonces yo vivía cerca a la universidad Javeriana, compartía mi habitación de pseudo-estudiante con un zuiso muy charlatán; él estaba aquí en convenio con un programilla de esos "dizque" de intercambios culturales; eran buenos momentos aquellos, recuerdo que hubo ocasiones en las que tomabamos hasta el amanecer, hubo amaneceres en que también fumabamos como locos; en sus típicas borracheras, ponía su mano sobre mi hombro y con un mal español me decía casi llorando que él me consideraba como uno hermano. El día en que le conté sobre mi viaje, recuerdo, él se puso un poco taciturno y sólo se empeñaba en decirme: -Bonne voyage mon ami, take care mi hermano! después encendía su I-pod y escuchaba a Vivaldi.
Así fue pues mi salida de Bogotá a Alemania, adonde iba a visitar unos parientes maternos; al llegar al aeropuerto el Dorado, fue que la vi, allí estaba, estaba esperando su vuelo que quizás tardaba para que yo la pudiera encontrar. En ese momento sudaba frío, la imagen hoy en día es muy clara, por mi garganta bajaban pensamientos nebulosos que resecaban mis neuronas; me digné por fin a acercármele y como no queriendo la cosa le dije:
-Buenas tardes, puedo hacerle una pregunta...
mi corazón latía a mil revoluciones por minuto, pero casi estalla cuando con una fluidez casi nazi me respondió:
-Guten Tag, Ich heiße Inna...
Como pude, volví de mi letargo y le dije:
-Entschuldigung, heißt du Inna French?
Ella de mejillas rosa, me miró fijamente y con desición me dijo:
-Ja, Ich bin Inna French, warum???
En ese momento no lo podía creer, mis sospechas eran entonces ciertas, tenía en frente a nada más ni nada menos que a Inna French, la más cotizada y hermosa actriz porno del viejo continente, mi primer amor adolescente. Si mal no estoy, tenía yo 16 años y ella, ya muy famosa y conocida, rozaba los 23; todos mis amigos del colegio la veían como actriz porno, yo, en cambio, la veía como doncella cervantina, casi como una diosa, equiparabla, probablemente a Atenea; jamás llegué a pensar que seis años más tarde la iba a encontrar más hermosa que nunca y en bogotá; al notar que suave y dulcemente me sonreía quise seguir la conversación:
-Mein Deutsch ist nicht sehr gut, Sprehen Sie Französisch oder Englisch?
Los nervios me estaban matando, pero casi enloquezco al escucharla en la forma más pura de la lengua de Baudelaire...
-Ouais, mais est-ce que vous me connaissez, savez-vous qui je suis?
-Bien sûr mademoiselle, tu es la femme plus belle qui vit dans la terre, tu as toujours été l'amour de ma vie, j'ai toujours été amoreux de toi, J'aime beaucoup tous tes films, mais c'est pas pour le sexe, c'est parce que je veux être ton amant...
Me sentí un poco tonto por ser tan lanzado, pero what the hell? una oportunidad como ésta jamás se volvería a presentar; después de ésto, ella se me acercó y me miró enternecida por mis palabras y simplemente me besó, me besó como quizás Alonso Quijano hubiera besado a su Dulcinea; fue fugaz pero hermoso. A lo lejos, se acercaba alguien, era tal vez su manager, él tan sólo le dijo:
-Hey Inna, we'd better get going, our plane is about to take off!
No entendía cómo el maldito había interrumpido el momento más sublime de mi vida; esperanzado ya por aquel beso le dije:
-Don't go please, Reste avec moi s'il-te-plaît, I will make you the happiest woman alive!
Ella me miró casi con lástima, y su boca dejó escapar una pequeña sonrisa, me dijo:
-I´m sorry, see, I´ll never be able to feel anything for you, the kiss I just gave doesn't mean anything at all, it is good to have a fan that doesn't see me as a sex symbol, mais on ne peut jamais être ensemble,vous devez comprendre, I am a goddess and you are just a slave of an illusion, et cette illusion va disparaître, hasta nunca, und danke fur alles, adiós.
Así no más se fue, dándome la espalda y riéndose de lo patético que puede ser un hombre enamorado de un imposible, de una "ilusión" como lo llama ella. Jamás la he vuelto a ver, es cierto, es cierto, pero cada día que pasa la recuerdo más y más , el corazón me sangra y mis dedos la recuerdan más que mis labios.
Sentí un frio calcinante y mis ojos se abrieron violentamente, los costales malolientes que tapaban mi cuerpo me recordarían que siempre sería un vagabundo. |