I haven’t done it, I swear, she was the one who made me do it, ahh! ¡Cómo la recuerdo empapada de soles, aquella tarde cuando decidimos morir; yo cruelemente asesinándola con metáforas descabelladas provenientes quizás de lo más arraigado de la misoginia de Schopenhauer , pero lo mío más que aversión u odio era amor y ganas de matarla; el hecho en resumidas cuentas es que terminé por asesinarla, je ne voulais pas faire quelque chose comme ça mais elle m’as obligué, i told her to stop making me fall in love à chaque fois, cada vez que la veía, cada vez que le decía que se fuera a la mierda, cada vez que la odiaba irremediablemente, eran esas veces en secreto cuando más la amaba y más me sentía ligado a ella ad infinitum, ahora Ich kann nicht Sie hören, ahora Je ne peux plus la voir, elle est partie, there’s nothing I can do, Yo la maté es cierto, pero cuanto hubiera querido amarla en vez de matarla, cuánto hubiera querido poder decirle una vez más: Ich liebe dish, Du bist meine Welt, je t’aime mon ange, je ne sais plus si je respire, si je vis, si je meurs, I just know how much I miss and Love you, pero fuiste tú, sí, tú, la que comenzó todo esto, ahora tendré que matarte al matarme, porque si muero yo, será lo mismo que olvidarte, algo que francamante no he podido hacer en vida, comprobaré si la muerte me alivia mi sufrir o si por el contrario te recuerde más después de muerto… adiós. |