Y pasar por esta lluvia era,
de algún modo,
desplazar a ras de sueños truncos
una esperanza entumida;
y mis ojos
y los tuyos
y todos los ojos del mundo
afanados en sacudir lágrimas
color polvo
para disimular el aguacero;
entregados impúdicamente
a un último acto
de bella tristeza acumulada,
a un dolor que no se sostiene
ni un segundo más,
mientras avanza la tarde
y con ella la vida,
como si nada importara,
como si nadie.
Texto agregado el 27-07-2004, y leído por 148
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Lectores Opinan
27-07-2004
La tercera parte inicial del relato tenía un admirable ritmo y claridez, pero como fue avanzando fue tan oscuro y abrupto el cambio, que me quedaron dudas si es que comenzó con un ¡hola! y quizo terminar con un adiós.... Pero no dejaria de admirar la inteligente sencillez y sobriedad que propones. Un gusto y mis saludos Pio_Balerdi
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