Isabella
( un poema a dos voces )
Esa mujer, -Isabella, hola que tal -
es una unidad de soledad,
es pura matemática triste
es un conjunto vacío
buscando un otro,
otra unidad de soledad. – ya sabes, la vida, que lleve -
Esa mujer –Isabella-, fue joven,
es guapa, - gracias - sus ojos soñolientos,
cerrados y pintados,
miran hacia dentro de su desgracia.
Esa mujer – Isabella - vive casi desnuda,
abogada fue, de causas perdidas, -qué tiempos, mio caro -
compañera de noches de estudios, amiga siempre
y ahora ramera de arrabal, - puta, diría yo -
de coches lentos,
farolas amarillas
y jardines sucios. –asco de vida -
Esa mujer,- Isabella -
con sus sueños y sus dueños, - ya, mas dueños que sueños -
ofertando placeres rápidos,
entre los sillones rotos de una furgoneta vieja.
A esa mujer, a –Isabella-
...le tiran piedras los libres de pecado,
y saltan chispas, piedra sobre piedra,
mujer de dureza callejera y silex
las guarda meticulosamente en su bolso,
lleno de artefactos y ungüentos,
junto a billetes sucios y arrugados,
para luego entregarlas, limpias y pulidas,
de recuerdo a cada uno de los santos hombres
lanzadores de pecados propios
con una leyenda
“Recuerdo de mi primera lapidación” Isabella... (*). – la recuerdo -
(*) extracto de una conversación de hace más de diez años.
Esa mujer, - Isabella -
tiene que alimentar la eterna hambre
de sus adictos torrentes, - no puedo más -
en un show live de frío e imprudencia,
de muerte anunciada y sumisión adicta.
Esa mujer, -Isabella- de vez en cuando
se acuerda de su hijo arrebatado,
ahora en familia de acogida temporal,
y se acuerda,
y llora,
y se mete,
y vuelve a la calle,
y se acuerda,
y te abrazo – si me pasara algo, cuida de él -
y llora
y se mete,
intentando romper el circulo,
anillo marital de desposada de la muerte.
Esa mujer, -Isabella-
en una madrugada,
fría como la de esta noche,
la hallaron, con cara de tonta,
apoyada en una farola amarilla,
al lado de un jardín sucio
pasaba un coche lento,
casi desnuda, con una banderilla clavada,
con las piernas abiertas y un zapato en el suelo
y se arremolinaron, los libres de pecado, como pavesas de fuego
danzarinas brasas, antes de convertirse en ceniza
al vapor de su alma libre, para oler a muerte,
ver sus braguitas negras y unos ojos secos.
Me acerco con miedo
Y me pregunto
¿porque tenias mi número en tu móvil?
en AAAntonio (**) si hace diez años que no nos vemos.
Esa mujer –Isabella- descansa en paz, -ahora estoy bien -
unos destellos de sirenas alumbran la calle – vela por mi hijo -
hay policías, médicos y hace frío
tanto frío que llore cristal, - no llores, estoy bien -
adiós Isabella
-adiós querido, tú llámame Isa, como siempre lo hiciste-
(**) código de aviso de urgencias Avisar A Nombre de la persona que se quiere dar aviso en caso de urgencia, aparece el primero en el listado de contactos del móvil.
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Antonio © M. ( T i T o. M.)
17/Febrero/2012
Pensamientos Vagabundos
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