Me gustas al amanecer,
cuando tu talle piensa en mi
mientras tu duermes,
y me deja vivir dos veces,
en esos instantes dulcesalados
en que tu jardín,
se me florece pegado a mi piel.
Se tiñe mi respirar
de esencias de manzana prohibida
y rocío de selva fugaz.
Deseo virgen en la alborada.
Texto agregado el 17-02-2012, y leído por 412
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