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Camila sentía pánico cada vez que su madre entraba a su habitación anunciando que un nuevo día había llegado y con ello el afán de una mañana de clases en el centro educativo “Amigos de Corazón”, saber que despertaba para dirigirse al martirio que le aguardaba todos los días no era para nada algo gracioso.

Simplemente sentía como le dolía el estomago, sudaba frio y temblaba con la sola idea de asistir a clases. Con tan solo doce años la niña presentaba un comportamiento extraño desde hacia algunas semanas, de alegre y extrovertida se había convertido en una personita huraña, triste y temerosa.

Las piernas le temblaban al irse acercando más y más al lugar de sus pesadillas, pero debía asistir. Una vez hubo llegado solo quería salir corriendo pues en ese lugar todos los niños sabían lo que ocurría si alguien se atrevía a hablar de lo que allí pasaba.

Una vez entraban a su salón de clase un niño era llamado misteriosamente a la dirección todos los días, lo extraño era que una vez allí no era visto en todo el día y cualquier memoria que se tuviera de él era borrada por personas ajenas al plantel educativo.

Todos los días era lo mismo, sin embargo cada que un niño desaparecía se escuchaba un lamento proveniente de un pequeño salón oscuro que siempre se encontraba cerrado y poseía un gran letrero de prohibido el paso, eso además de que se encontraba con un gran candado para evitar fisgones.

Simplemente todos los días se sorteaba una lotería no saber quien seria el próximo en desaparecer y peor aun hacia donde iban. La zozobra era el pan de todos los días, siempre a la espera de escuchar un nombre distinto al propio los hacia sentir bien por un lado pero muy desdichados por otro.

Otro día pasó y otro nuevo niño desapareció, cansada de vivir de esa manera decidió que ella no quería seguir así, tal vez era curiosidad o sentido de supervivencia pero ese día definitivamente sabría que sucedía al interior de la oficina de la directora.

Por primera vez se despertó con ganas de asistir a clases, no realizó ningún tipo de pataleta ni nada por el estilo, al formarse en la fila y escuchar el nombre del día se quiso ir de para atrás, pues su mejor amiga Ana había sido seleccionada.

Aunque Camila se encontraba con la firme convicción de investigar que ocurría al interior de la escuela donde estudiaba no quería que su mejor amiga fuera el conejillo de indias. Sin embargo ya las cartas se encontraban echadas y su amiga seria la próxima victima si ella no lograba encontrar una solución pronto.

Una vez se hubo desarmado la formación la niña se escondió en un rincón apartado en la estancia que se encontraba a medio iluminar, allí aguardó hasta que el salón fue completamente desalojado.

Durante unos minutos solo podía escuchar el latido de su corazón pero al ver pasar a Ana todo lo que podía sentir eran ganas de ayudarla por tanto acelero el paso hacia ella y estirando su mano la detuvo, fue entonces cuando le dijo sin alzar mucho la voz que ella tomaría su lugar pero ella debería esconderse muy bien hasta la hora de la salida.

En medio de lágrimas ambas se despidieron y fue de tal manera como Camila tomo el puesto de su amiga.

Al entrar a la estancia de la directora no vio nada extraño solo dos cubos frente al escritorio uno de color verde y otro amarillo, pero además de eso todo parecía normal, contra todo lo que tal vez esperaba ver frente a ella observó a una señora amable de entrada edad, esta le sonreía y la invitaba a tomar asiento.

Aunque la extraña mujer era muy afable no era la directora pues ella era una mujer joven y muy hermosa y la dama frente a ella no tenia nada de eso. Sin más la jovencita tomó asiento y preguntó que deseaba.

La mujer frente a ella entonces le dijo que tomara un cubo y señalándoselos se los indico, frente al dilema el cual no le resultaba para nada complicado eligió el cubo verde.

Una vez hecha la elección entonces la anciana lo tomo entre sus manos y se la dio, cuando el cubo toco las manos de la niña se transformo en una lámpara. Impresionada Camila quería entender el truco, pero la mujer le dijo que de ahora en adelante solo hablara cuando fuese necesario.

Y caminando le indico que la siguiera, de tal manera llegaron a la habitación que siempre se encontraba cerrada y abriéndola, le dijo - espérame aquí-. En medio de la oscuridad la niña no podía apreciar nada pero de pronto empezó a sentir que algo la tocaba, trato de gritar pero simplemente no tenia voz, desesperada trato de correr pero a donde sino veía nada, entonces presurosa encendió la lámpara.

Frente a ella habían figuras extrañas eran de color gris, poseían ojos azulados y una inmensa melena negra que ondeaba de un lugar a otro. Sintió terror de lo que tenia al frente pero por alguna extraña razón dichas criaturas no la atacaban solo gritaban sin cesar, eran lamentos muy fuertes y dolorosos que a medida que los escuchaba sentía que perdería el conocimiento.

Entonces al mirar un poco mas el espacio vio que tras de los seres que visualizaba había un camino entonces decidió recorrerlo, sin embargo noto que su paso era cada vez mas lento y sus sentidos cada vez coordinaban menos.

Aun así seguía su camino hasta que una de las criaturas tal vez la única que no gritaba la tomo del brazo y la ayudo a caminar, sentía miedo pero a la vez cierto grado de tranquilidad ya que aquellos seres no tenían la intención de lastimar a nadie.

Apenas y podía sostenerse en pie cuando visualizó una bifurcación en su camino, el pequeño acompañante se detuvo y la miró como esperando la decisión de la niña. Camila no sabia porque lado tomar, además sentía que con cada paso perdía la conciencia, trato de preguntar cual seria la mejor elección pero su voz se había ido y los gritos de los extraños seres eran mas fuertes.

Por eso en un momento de desesperación eligió la izquierda, el camino estaba cubierto de espinas pero estas no la lastimaban sino que al pisar una no sentía dolor pero en cambio uno de sus cabellos caía al piso. Al pasar por el sendero entonces noto que gran parte de su cabello ya se había caído.

En el siguiente tramo había remolinos de fuego, sin tener mas salida entonces camino hacia adelante pero entonces su pequeño acompañante la detuvo, y en un español algo extraño le dijo:
- Si alguna de esas llamas te toca vas a perder tu juventud tal y como todos los niños que han transitado por este lugar.

No lo podía creer el pequeño ser hablaba, entonces haciendo una pausa en su camino le pregunto acerca de todo lo que estaba ocurriendo con voz algo dificultosa y muy baja. Al principio el diminuto ser no le quería dar explicaciones pero luego accedió:
- “hace ya muchos años que vivo encerrado en ese lugar, mis compañeros y yo estamos cautivos por una maldición”

La niña no entendía nada pero el peludo continuo:
- mi pueblo y yo vivíamos en los mas profundo de la selva, un lugar donde ni los animales mas salvajes se atrevían a aventurar, un muy mal día llegó un ser completamente desconocido para nosotros en todos los sentidos, ella se veía como tu pero era mas grande y sin duda con un grado de maldad aun mayor a la de cualquier bestia. Se veía enferma así que la cuidamos durante días enteros, al notar que se reponía rápidamente, y que durante los días que allí permaneció rejuveneció, noto entonces que había algo raro y fue en ese momento que apresó a cinco amigos muy queridos, al mayor lo sacrifico pero al ver que nada extraordinario ocurría con su sangre, entonces decidió mantener amordazado al segundo, pero con su silencio nada logró por lo tanto pasado tres días lo asesinó, entonces realizó un encantamiento con el tercero, pero notó que por ser seres especiales de la selva no cualquier encantamiento resultaría, así que ya te imaginaras lo que hizo entonces al cuarto y al quinto los torturó y entonces supo que eran nuestros gritos el secreto de su juventud.
La niña un tanto intrigada entonces preguntó:
-pero a mi me hace perder la conciencia, por que?
El ser continúo entonces:
-al ver cual era el secreto entonces nos rapto a uno por uno y en un lugar muy oscuro nos encerró pero el mas antiguo de nosotros entonces realizó un hechizo en donde cada uno de nosotros perdería la voz, para no gritar. Durante años la malvada mujer estuvo buscando una forma de revertir el hechizo, hasta que encontró una la de ofrecer vidas jóvenes e inocentes, por cada uno que fuese su victima la voz de uno de nosotros aparecería, debo decirte que entre mas seamos mayor será el impacto en la longevidad de la bruja y desafortunadamente a los niños los afecta negativamente porque el sitio está encantado para que nuestro melodioso sonido funcione en forma inversa sobre cualquiera que no sea la dueña del encentamiento.

Haciendo una breve pausa prosiguió.
- Hay algo mas, yo soy el ultimo y conmigo ella podría llegar a vivir por siempre por eso no puedo permitir que tu te mueras aquí.

Camila ya empezaba a entenderlo todo, la mejor manera que encontró la bruja de lograr su cometido que poseyendo una escuela y con sus poderes esotéricos borraba toda existencia de la victima en el mundo.

Pero de que le servía saber todo eso no encontraba salida y por un momento pensó que tal vez si hubiese optado por el otro camino ya habría encontrado una salida, pero su pequeño amigo como adivinando lo que pensaba le dijo:

- En el otro camino ibas a sortear la sombra que trae consigo el frio de la muerte en el primer tramo, la mayoría de tus amigos han perecido justo en ese lugar- notando la expresión de incertidumbre en su interlocutora acotó- Veras el otro camino es este pero va de atrás hacia adelante, en pocas palabras debemos pensar como cruzar los remolinos de fuego y vencer la sombra helada.

Simplemente Camila no alcanzaba a dimensionar el echo que de pasar los remolinos de fuego tendría que enfrentarse a una sombra poderosa que le robaría su vida, para de esta manera apresar a su nuevo amigo.

Pero el amigo le dijo

- Si uno de esos remolinos te toca envejecerás diez año con cada contacto pero si te detienes a mirar los remolinos parpadean cada cierto tiempo no es sino esperar a que parpadeen para que los cruces, en cuanto a la sombra es muy fuerte pero no soporta la luz así que pensemos que hacer.

Camila fatigada, aturdida y debilitada entonces le dijo, -de la zanja de espinas que acabamos de pasar alcánzame un troco ya verás lo que haré-.

El pequeño siguió las indicaciones de la niña y alcanzo de entre las espinas una pequeña rama seca y se la entregó.

Colocándose en pie Camila caminó a ritmo vacilante y aprendió la secuencia de tornados, el primero era a la izquierda, luego de aproximadamente cinco segundo el de la izquierda nuevamente, posteriormente derecha, izquierda, derecha y derecha cada uno con el mismo intervalo de tiempo. De esta manera paso el tramo.

Una vez hubo pasado el ultimo de los tornados encendió la vara seca que en la mano llevaba y corriendo junto a su amigo llegaron a un camino en donde solo veía lo que cerca de ella se encontraba, de pronto sintió un frio muy fuerte que la recorría toda, poco a poco su pequeño acompañante se iba alejando de ella y cuando intento preguntarle porque lo hacia no pudo pronunciar palabra alguna, estaba muda, ahora si completamente.

Entonces aunque con la mano derecha sostenía la vara con la izquierda sacó la lámpara pero esta no encendía en ese lugar, lo cual la asustó, caminando muy despacio entonces enrumbó hacia un lado del camino hasta que tropezó con algo, al iluminarlo, no vio nada pero sentía que algo obstruía el paso, entonces decidió iluminar no a lo que se encontraba de frente sino el piso y allí lo vio era una sombra que poseía largas garras y emitía un sonido muy bajo, era como el aullido de un lobo que luego se tornaba en lamento. Camila de inmediato se paralizó no tenia ni la mas mínima idea de que hacer, pues el único dato que tenia era que a la sombra no le gustaba la luz, pero noto que entre mas la iluminaba mas grande se colocaba por tanto asumió que la luz lejos de provocarle algún daño la fortalecía, sin mas entonces apagó la vara y muy silenciosamente se quedó de pie en un solo lugar.

A medida que los minutos pasaban el frio aumentaba, hasta que de pronto escuchó a su pequeño amigo llamarla, pero algo no estaba bien, Camila había perdido la capacidad de hablar en cuanto piso el umbral pero el no, por lo tanto no respondió.

Entonces de la nada todo en el cuarto se iluminó y el pequeño ser que durante todo el camino había cuidado de la niña, se transformó, empezó a crecer de forma desmedida, sus garras y sus dientes se tornaron no solo mas filosas sino también mas grandes y un aura helada lo cubría con una voz ronca entonces le dijo:

- Al parecer no eres tan tonta como imagine, te diste cuenta que la luz no me lastima solo me fortalece.

Camila un tanto impactada quiso preguntar el porque de la burla, pero ante la imposibilidad de hablar entonces simplemente batió las manos en señal de desconcierto. Entonces aquel ser entre carcajada le dijo:

-Me gusta divertirme, de la historia que te conté lo único cierto fue que la mujer que llegó se encontraba herida y la auxiliamos con el único fin de que nos sacara de ese asqueroso bosque, pero ella al darse cuenta de la maldad que en nosotros habitaba nos encerró en esta dimensión de la cual solo saldríamos con el sacrificio de mil niños inocentes, uno por cada uno de nosotros, cuando las mil vidas se cobraran todos seremos libres y saldremos bajo el nombre del niño que poseamos, es decir, yo seré tú querida. En cuanto a la directora antes de que lo preguntes es el único de nosotros que salió ileso de la maldición y tomo el cuerpo de la desgraciada que nos encerró ella se encarga de escoger la victima todo sería perfecto si el alma de esa bruja para impedir nuestro regreso no hubiese tomado la apariencia de una anciana que da a los niños dos armas una linterna que aquí no funciona pero que si no hubiese arrojado tendría ciertas dificultades y unos pequeños audífonos que te impide escuchar los lamentos de tus compañeros, aquellos que ya tomaron el lugar de uno de los míos, lamentación que lejos de ayudarte te debilita entre mas los escuches, ahora vas a morir.

Cuando quiso atraparla entre sus filosas garras alcanzó a lesionar su brazo derecho lo cual le provocó unas inmensas ganas de gritar y de hecho lo hizo pero muy levemente, entonces lo entendió.

A gatas empezó a buscar la lámpara, hasta que la encontró y muy rápido la guardo entre sus ropas cuando de pronto sintió las garras en su pie, el cual muy lentamente estaba siendo desgarrado, entonces con las pocas fuerzas que le quedaban desarmo la lámpara y solo dejo un tubo vacio y sin aguantar el dolor a través de el pequeño recipiente comenzó a gritar lo mas fuerte que pudiese, una vez hecho esto algo ocurrió todo el recinto se incendió y las lianas espinosas comenzaron a arrastrar al ser obscuro hacia las llamas, de pronto, miles de sombras aparecieron y estas también fueron arrastradas hacia el fuego.

Poco a poco veía como se consumía todo el sitio, pero por alguna extraña razón a ella no la lastimaba, entonces escucho risas, siguiéndolas las encontró eran las de los novecientos, noventa y nueve niños desaparecidos que al fin habían recobrado no solo su cuerpo sino también la libertad.

Al salir del salón Camila no solo se sintió segura pues la pesadilla había terminado, sino que también recibió las gracias de la anciana que en el aire se desvanecía no sin antes decirle:

- Al fin soy libre, porque ellos no podrán nunca apoderarse de este mundo.

FIN

Texto agregado el 15-02-2012, y leído por 137 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
15-03-2012 Entretenido al incio, largo innecesariamente y un poco tedioso al final. Captura pero no sostiene. angelly
29-02-2012 Es un texto largo, pero aun así lo he leído todo. Me ha gustado el suspenso con el que inicia, la so-sobra de saber qué es lo que pasa.... ÉXITOS ***** lawliet2
 
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