Amor, eres en mi mundo el absurdo pecado,
emanado de la huella disimulada que me diste,
de mi beso delirante, que es credo sagrado!
platónico latido del cáliz donde tu alma existe.
Eres el constante deseo versus el muro inabordable,
mi afable mutismo por no hacerle daño a nadie.
Eres tan solo una poesía para eludir el olvido,
mi única forma de revelar este amor prohibido.
Renunciando presidiaria a ser el amor de tu vida
seré en esencia la más dulce y fiel amiga,
me volveré canción, soneto, rima, oda, fragmento,
un ensueño indeleble para besar tu aliento.
Seré la fantasía vehemente de tus versos,
la imaginación espontanea de tu verbo.
Seré un poco tuya, un poco del viento,
cruzaría mares y fronteras, no te miento!
Seré profecía de nuestro camino incierto,
y gritare tu nombre a corazón abierto.
Natalia Riomo
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