Te recuerdo, y no sé que, ni quien eres exactamente. Nombres y figuras se vienen a mi cabeza intentando coincidir contigo y ninguno parece ser tú, entonces te encuentras varada en la realidad y te esfumas denuevo.

Te busco entre hojas en blanco, historias y sueños. Cerrando los ojos puedo sentir ese perfume q no es el tuyo cuando te resguardas en mi pecho mientras te abrazo fuerte sin sentirte y no eres tú. No estás.

Esquivas la pesadilla y te sobrepones a una fría madrugada mientras me parece escuchar tu voz. La nostalgia me invade, cuando busco en tus labios rotos ese "te quiero" que retumban en decibeles diferentes en las fronteras de los hombres y estas palabras. Pero no estás.

Encuentro el otro lado de la madeja en el oscuro pasillo silente y miro esa sonrisa, que no es la tuya, sufro de alucinaciones cuando las luces de la ciudad ocultan a las estrellas que se apagan en medio de un cielo que no parece escuchar. Mientras un eterna tarde de abril intenta convencerme de q eres tú.

Recuerdo tus cabellos al sol y tú tomandome de la mano para correr por medio de un lugar que quizás ni siquiera exista. Intento recordar tu nombre y mi mente queda en blanco, un silencio eterno me confunde y me da esa extraña sensación
de q te conozco desde siempre pero q nunca estuviste.

Intento recordar donde y como te conocí y el vacío coaliciona con esa información ausente, intento recordar la primera conversación que tuvimos, el color de tus ojos, tus libros favoritos, tus peliculas, tu música, y el sonido de mi pluma me devuelve a este frío momento con tu recuerdo ausente mientras te imagino a mi lado escuchando esa canción que va lentamente tejiendo en mí a un ángel que nunca estuvo, un recuerdo que es quimera, y creandote a tí que aún no llegas.