Subversivo, agresivo, amante de la naturaleza y los animales, defensor de la justicia y combatiente de la desigualdad, dirigente estudiantil y promotor de los derechos sociales. Así fue Juan antes de manejar su primer AUDI y recibir su primer sueldo de la transnacional.

Cuentan las malas lenguas, que en algunas ocasiones antes de su fatal accidente, se le podía ver observando un partido de fútbol de los niños de alrededor; pero apenas llegaba un adulto, salía corriendo del lugar, con la mirada característica de un drogadicto avergonzado de tal condición.

Hoy lo recuerdo, ya que encuentro un cuaderno de aquellos años de la universidad, donde, en su última página había una dedicatoria que decía:

Me sorprende de la humanidad que:

"Los hombres, que pierden la salud para juntar dinero,
y luego pierden el dinero para recuperar la salud
y por pensar ansiosamente en el futuro,
olvidan el presente de tal forma,
que acaban por no vivir ni el presente ni el futuro,
viven como si nunca fuesen a morir
y mueren como si nunca hubiesen vivido".

Buda.

Contigo Siempre compañero.


¡Irónico! Ahora su bella mujer descansa en el Caribe disfrutando de su indemnización con un modelo Argentino, descansando sin memoria, sin remordimiento y sin el mero interés de contribuir en alguna medida a esta necesitada sociedad.