Cuando la muerte llegue,
en silencio, con un collage de recuerdos, dira:

Hasta aquí llego tu chance;
tuviste la oportunidad de reir, de gozar,
de conocer cosas, lugares, personas;
tuviste la oportunidad de jugar, de enojarte, de gritar,
de llorar los ruidosos altibajos de la vida.

A mi no me interesa si perdiste o si ganaste,
esa no es mi música;
el silencio, que es mi lengua y es mi canto,
a partir de hoy entrará como un cuchillo
hasta la medula de tus huesos y
borrara de tu memoria todos los recuerdos,
que importa si fueron malos o buenos;
porque hoy...
hoy es tu día, pues para mi naciste;
sólo uno tuvo la elección y
prefirio el fruto asesino a vivir eternamente;
hoy se te acabo la melodía.