Despavorido corría aquel pobre joven en medio de la inmensidad de aquel bello pero escalofriante bosque, gritaba por alguien que lo auxiliara pero no encontraba sino risas burlonas de sombras negras que solo dejaban entrever filosas garras que sin el mas mínimo asomo de piedad lo despedazaron, en la mas absoluta agonía, solo suplicando perdón a la silueta azul que desde hacia unos cuantos días lo perseguía.

Ana Martin solo tenia quince años, era muy introvertida por lo tanto su vida social era algo menos que aburrida, su única amiga Laura no hacia sino hablarle del joven que había desaparecido en extrañas circunstancias hacia tan solo tres días y del cual aun no tenían noticias, haciendo caso omiso a la primicia del día solo quería cambiar de conversación hasta que de pronto escucho de labios de su amiga el nombre de la victima, Jasón Carrillo, fue en ese momento cuando comenzó a temblar, palideció de repente y sin mediar palabra alguna con su interlocutora salió horrorizada.

Miles de imágenes se agolpaban en su cabeza, sin duda recuerdos que no perseguía poseer, que quería dejar atrás en lo mas profundo de su ser, pero ante la nueva noticia eso parecía ser imposible, fue de esta manera como comenzó a hacer remembranza de lo que había ocurrido hacia seis años.

Cuando la joven tenia tan solo nueve años de edad, jugaba todo el día con tres niños mas: Andy López, Karina Vásquez y Jasón Carrillo, los cuatro eran simplemente inseparables a todas horas siempre se les veía juntos, eran sin duda los mejores amigos.

Siempre reían y organizaban todo tipo de travesuras con tal de que el aburrimiento no tocara a su puerta, en tal forma un buen día decidieron que para divertirse irían a visitar una casa abandonada que quedaba muy retirada del pueblo, casi en medio del bosque, llegando a penas a un riachuelo que atravesaba la floresta.

En medio de un gran escándalo por la adrenalina que les provocaba el sitio llegaron y un tanto vacilantes entraron, al principio todo marchaba bien en la casa se notaba el abandono pero dentro de todo la estructura se veía solida y resistente.

Comenzaron a saltar de un lugar para otro hasta que de repente frente a los cuatro apareció un extraño y pequeño ser azul, que poseía cuernos y tenia ojos como de serpiente. Al principio los infantes se asustaron pero luego se repusieron de la impresión y comenzaron a hablar con él.

Al preguntarle por su nombre el habitante de la casa dijo llamarse Sana, y con una risa estrepitosa prosiguió:
- Vengo de un mundo lleno de seres que en su vida han visto y quiero ser su amigo

Extrañados los niños no sabían que contestar hasta que Karina con cierta prevención le pregunto:
- ¿Por qué te interesa tanto ser nuestro amigo?
El ser azul lanzando una mirada burlona le contestó:
- Me gusta jugar con los niños, sobre todo si son tan traviesos como ustedes.

Algo le pareció extraño a Ana pero sin hacer mucho énfasis en su presentimiento decidió hacer lo que sus compañeros hacían jugar, al llegar la noche decidieron que ya era demasiado tarde, entonces se despidieron de su nuevo amigo.

Al día siguiente después de asistir al colegio los cuatro acordaron regresar a lo que era su nuevo sitio de juegos y visitar al nuevo integrante de la pandilla.

Al llegar a la casa notaron que algo había cambiado, las flores que cerca del lugar se encontraban se habían marchitado y los arboles empezaban a presentar hojas secas, además un inmenso olor a azufre impregnaba todo el lugar.

La casa no era la excepción si el día anterior parecía abandonada, ahora parecía destruida, tanto que daba la impresión de venirse encima por si fuera poco el pequeño anfitrión los invitaba a pasar muy insistentemente, llamado que a los cuatro niños ya les parecía extraño y les producía miedo, por eso se negaron e iban a emprender la huida.

Cuando el pequeño inquilino empezó a crecer los niños sintieron que el corazón se les saldría del pecho, entonces aquel ser agarro a Karina y la lanzó dentro de la casa, en aquel momento solo se escucharon gritos y muchas voces que no parecían ser humanas.

Una vez giro hacia los tres infantes restantes les dijo:
- Los maldigo a los cuatro:
-“Ustedes no tendrán paz sus vidas serán mías antes de que lleguen a los dieciséis”
Con risa estrepitosa siguió:
-Además cada vez que entren a este bosque conmigo se encontrarán y por ultimo si mencionan mi nombre en voz alta el portal del infierno abrirán.

Por un momento hizo silencio solo para rematar diciendo:
- ya cobre mi primera victima ahora apareceré frente a ustedes faltando un mes antes del aniversario de nuestro encuentro dentro de seis años.

Justo lanzada la maldición, la casa, su inquilino y las risas desaparecieron, asustados los niños decidieron que era mejor separarse y no hablar nunca de lo sucedido.

Durante todos los años que pasaron aquel episodio solo era un mal recuerdo que no quería traer a colación pues la sola idea le era ya demasiado fuerte, sin embargo sabia que el plazo para que este extraño ser apareciese de nuevo en su vida ya estaba por cumplirse y sin duda pronto estaría tras ella.
Preocupada necesitaba saber por el otro de los cuatro del que aun no tenia noticias decidió investigar y que mejor que hacer uso de las redes sociales e internet, durante días hizo la búsqueda, hasta que encontró a Andy en un chat y colocando una improvisada videoconferencia al fin pudo verlo pero justo cuando iban a empezar a cruzar palabra alguna, algo sucedió una voz se escuchaba de lado y lado hasta que una imagen apareció al lado del joven, era el pequeño azul y sin mas al infierno lo arrastró.

El corazón de Ana se quiso salir del pecho pues ella era la ultima y no sabia como evitar ser su próxima victima, si preguntaba debía decir su nombre y eso era invocarlo al instante aparecería, si entraba al bosque donde todo había empezado jamás saldría y si no hacia nada ese demonio por ella vendría y no tendría ni la mas mínima oportunidad de defenderse.

Entonces decidió arriesgarse y comenzó por investigar el porque los había escogido a ellos entre todos los niños que vivían en el lugar y para eso sin duda debía ir a donde todo comenzó.

Esperó hasta que sus padres durmiesen para salir a gatas de su casa y encontrar respuestas. Entrada la noche se dirigió hacia el bosque por el lindero que conducía hacia el riachuelo, cuando frente a ella apareció el diablo azul, el cual sin miramientos comenzó a arrastrarla hasta la casa en la cual hacia años habían jugado, entonces ya resignada le dijo:

- Dime ¿por qué nosotros?
El demonio contestó:
- No lo sabes verdad, pobre niña hablar con extraños puede ser peligroso pero mas lo es cuando sus padres no le advierten a sus hijos sobre las promesas rotas.

Ana estaba confundida si antes tenia solo una pregunta ahora tenia varias por eso le dijo:

-Ya que me llevarás contigo merezco saber la razón ¿No lo crees así?

El diablo detuvo su marcha justo frente al rio y le contó:

-Hace años muchos años cinco niños jugaban justo en este lugar cuando sin querer uno de ellos lanzó una piedra en la cabeza al menor de ellos, en ese momento ellos prometieron que nunca lo dejarían en ese lugar, pero el niño al presentir que moriría les hizo prometer que sus restos serian enterrados en tierra santa pues quería ser un ángel, poco después murió, pero aquellos infames lo enterraron justo donde te encuentras tú como consecuencia lleno de odio y rencor puso como garantía su alma a cambio de lograr convertirse en un ser que les hiciera pagar con lo que mas quisieran el dolor de haberlo condenado al abismo.

Luego de una leve pausa prosiguió:
_Fue así como llegue a ustedes sus hijos y a ti te dejo de ultimo porque tanto tu padre como tu madre fueron testigos de mi desgracia.

Ana lo comprendió entonces aun tenia una oportunidad pero debía ser ágil y escapársele así fuese por una hora.

Entonces la joven le propuso:
- Si quieres que mis padres sufran más porque simplemente no acabas con mi vida frente a ellos.

A Sana la idea no le era del todo desagradable, ese seria el punto final antes de acabar con todo por tanto accedió.

Con tono muy fuerte le dijo el pequeño ser azul:
-Dentro de una hora iré a tu casa y deberás estar allí de lo contrario a los tres me los llevaré.

Tan pronto hubo dicho esto desapareció, entonces Ana presurosa colocó en marcha su plan y comenzó a cavar con las manos los restos que en ese lugar se encontraban, duró poco mas de treinta minutos en esa labor hasta que encontró lo que buscaba.

Presurosa corrió o por lo menos eso trató de hacer ya que los huesos pesaban mucho hasta que llegó a un cementerio.

Cuando al fin logró llegar a su destino, principió a cavar de forma casi desenfrenada y tiró los huesos en la fosita que había hecho, entonces se arrodillo cuando frente a ella apareció aquel ser furioso y comenzó a estremecer todo el lugar pero sin inmutarse Ana comenzó a elevar una plegaria por su alma y justo cuando la iba a tomar, miles de sombras negras aparecieron y se llevaron consigo al demonio diciéndole que una vez enterrados sus restos en tierra santa su venganza habría sido finiquitada.

Ana entonces comprendió que todo había sido por culpa de una venganza en contra de cinco niños que por miedo rompieron una promesa y que muy a su pesar había cobrado la vida de sus tres amigos, a partir de ese momento vivió cada día como el ultimo no solo por ella sino por los seres que habían pagado una deuda que no les correspondía.