El biólogo diría “es parte del instinto para preservar la especie humana, solo química molecular”. El poeta “es un beso de los ángeles, lleno de magia y milagro”.
Primavera
Me acerco distraído al mostrador pero aparentemente no hay nadie, de pronto como un conejo de la galera sale detrás del mismo la criatura más hermosa, un hada de cuentos, un ángel del cielo. Me dispara una sonrisa que me atraviesa como una flecha el corazón:
- Buen día, ¿en que puedo ayudarte?
Sonrío como un pavo.
- Hola…, esteee… estaba buscando….
Me mira fijo a los ojos y me ahogo en esa profundidad azul, trato de nadar a la superficie buscando aire desesperadamente:
- Estaba buscando, algo… de los Rolling Stones.
Me sostiene la mirada unos segundos y luego la baja sonrojándose:
- Creo que en la sección de Rock y Pop, están ordenados alfabéticamente….
Me quedo una eternidad medida en milisegundos, mirándola sin saber que hacer, finalmente giro hacia la sección indicada y a mis espaldas escucho:
- Si tienes inconvenientes avísame y te ayudaré.
Ya no me acuerdo que cuernos buscaba, la miro de reojo, pero parece atareada, me oculto tras una tapa de Kiss fingiendo leer los temas y por el rabillo descubro que me mira con interés. Luego sale detrás del mostrador y se dirige a mí.
- ¿Te gusta Kiss?
En el fondo los detesto, pero le contesto diplomáticamente.
- No están mal.
Me sonríe afirmativamente.
- A mi tampoco me gustan… ¿encontraste lo que buscabas?
- No, pero quizás no busque bien. Busco un tema llamado “Angie” de los Rollings.
Mira a mi izquierda, se estira inclinándose seductoramente sobre mí, el perfume de sus cabellos me embriaga.
- ¿Este?
Tardo unos segundos en enfocarme en el álbum que me ofrece.
- Si… muchas gracias.
La sigo al mostrador mirando su hermoso cuerpo enfundado en unos ajustados jeans.
Pago en silencio buscando en mi mente atormentada la forma de volver a verla.
- ¿Tenés un teléfono a donde te pueda llamar?... digo, en caso de que necesite algún otro tema.
Me sonríe con picardía, y me contesta:
- Este es el número del negocio, pero te anoto mi celular…, a veces el del negocio está siempre ocupado.
Su mano rozó la mía en el cine, y yo se la sostuve. El primer beso se lo robé en el taxi, (aunque ella insiste que fue ella quien me lo robo a mí). Sus labios calidos y húmedos se unieron a los míos con dulzura, la abracé sintiendo en mi pecho su respiración agitada, respiro su perfume mientras mis labios besan los suyos, su boca se abre ligeramente invitándome…
El taxista ha detenido el vehiculo.
- Son siete pesos con cincuenta.
La acompaño hasta su casa, en la puerta le digo:
- Te amo.
- yo también te amo, te amo con locura.
Nos besamos nuevamente.
Verano
La penumbra de la habitación insinúa en blanco y negro su hermosa figura sentada al borde de la cama. Los besos han dado paso a las caricias, y con ellas el deseo de develar el misterio de su cuerpo desnudo. Mis dedos se mueven torpemente, incapaces de desabotonarle la blusa, ella sube mi remera que queda a mitad de camino. No sabemos como seguir. Suspendo mi arduo trabajo en su blusa y le permito que quite mi remera sobre mi cabeza. La remera vuela al piso, finalizo un siglo después, la combinación de besos, caricias, el proceso de quitarnos la ropa y la propia incapacidad de concentrarnos en tantas cosas, nos hace dignos de un acto de contorsionistas de circo. Los misterios van descubriéndose poco a poco. Con un giro casual de mis dedos acierto a destrabarle el corpiño. Miro, toco, beso, mientras ella forcejea con mi cinto. Las defensas van cayendo, finalmente estamos desnudos. El calor, las respiraciones agitadas, los perfumes que se mezclan con los alientos, las manos que exploran, los besos, las bocas que se buscan, finalmente la unión. Me susurra al oído:
- Te amo mi vida, hazme lo que quieras.
El amor, la pasión, la sensación de estar en su interior y unos minutos después la explosión simultanea, dos trenes que se chocan a alta velocidad fundiéndose en uno solo.
El silencio se rompe y sobrevienen las promesas.
- Quiero vivir contigo para siempre.
- Quiero tener un hijo tuyo.
La situación se repite día a día a lo largo de semanas, poco a poco el amor madura.
Otoño
El rito se repite, tengo una intima frustración, busco desesperadamente pero no encuentro ese instante mágico de la primera vez.
Ya nos desvestimos cada uno mecánicamente, nos amamos en silencio. Una tarde mientras nos vestimos me dice sin mirarme.
- Cielo, creo que deberíamos darnos un descanso, pasamos demasiado tiempo juntos.
- Me amas?
Titubea un instante y contesta.
- Por supuesto.
- Dímelo.
Baja la vista, un silencio frío me atraviesa el alma… se que todo ha terminado.
Invierno
No la he vuelto a ver. La ausencia, la nostalgia, la perdida…, por semanas todo me recuerda a ella, hasta esta mañana. Me doy cuenta que ya no puedo recordar su cara, su cuerpo, las promesas suenan vacías todavía en mi mente. En la distancia y el tiempo, todo parece absurdo.
Estaba equivocado?. No lo sé, Creo que el amor, al igual que la vida han cumplido su ciclo.
Nacer, crecer, envejecer y morir…
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