Los pies se le iban con la música,
los zapatos no la dejaban.
Las caderas ardían debajo de la seda,
la falda no le permitía latir a su ritmo.
Revoleó los zapatos
levanto su pollera
cruzó la calle y encabezo la murga
Quien fuera Gabriela, clavo y canela…
apenas María, tal vez vainilla y tal vez rosas
Texto agregado el 02-02-2012, y leído por 106
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