¿Algún día vendrás por mi?

Y la tristeza del silencio
entonces
traspaso la piel.
Los sentidos electrizados,
se evaporaron…
Si hubieses regresado
no hubiera visto ningún dolor.

Quisiera saber si realmente eres real
si tu sombra esta en el conteo diario
del sol,
si tus ojos me buscan entre el olvido.

Quisiera que hoy los lamentos de los lobos
traspasen toda la atmosfera
hasta llenarse de libertad
de sueños invertebrados.

Entre tardes ociosas
de un abril eternizado
que nunca termina
que nunca amanece…

Que los fragmentos de soledad
que van quedando regados
en laberintos inmortales
salven mi nombre…

Rescaten mi esencia
y se largue tu imagen, todos los ruidos y
llenarme de silencio, mucho silencio…
Mientras Dios le dicte a mis manos.

Algunos acordes, algunos sueños
realizables entre el nocturno,
entre tejidos moleculares
de promesas por cumplir…