13/02/2007
Teniendo esta una fecha conmemorativa, reviso mis memorias cual si se tratase del perfecto epitafio de un Dios, el perplejo y casi eterno anochecer amenaza ya con llegar al mas puro mausoleo que enaltece la gloria de nuestros mas pecaminosos pensamientos, forrados con mil odas sanguinarias, violentas, inconclusas, versátiles, las cuales hoy por hoy llamamos tímidamente !Recuerdos!
Miro tus ojos pero no encuentro la luz, beso tu boca pero ya no siento el dulce sabor del amor entrelazando mis manos con las tuyas y siento caer en un abismo sin fondo mientras mi cuerpo desnudo es algo más que apreciado por el viento, es herido por el látigo de tu tan indiferente y humano ego.
Es entonces cuando comprendo la realidad tu realidad, abro tus ojos sin escatimar en recursos para poder demoler las murallas de tan indolente e ingenuo ser, poco efusivo, poco perspicaz, poco amado.
Más hueso que carne, mas muerte que vida, mas llanto que risas, en tu cuerpo vacío en tu claustro perpetuo, el más inmenso demonio el mas eterno ego.
Esta carta una vez escrita cual homenaje de musa a su más fiel maestro a su más ardiente amante, hoy impresa con sangre sudor y lagrimas, en tan triste y deplorable adiós para una pila de escombros que el tiempo a mi puerta arrojo, una guerra perdida una pesadilla sin fin, un hombre sin rostro un demonio convertido en mujer, un destinatario maldito un irónico dolor sin cura…
Un corazón partido en dos donde solo reina hoy por hoy el ego de la humana traición de las falsas y desoladoras verdades de un maquiavélico ser como tú…
© Master Marat |