Tierno extraño:

Esta semana no ha sido nada fácil, la verdad cuando te llame el lunes estaba triste pero más que eso desilusionada y molesta, solo quería un abrazo y escuchar esa mentira blanca que todos en algún momento nos repetimos ¡Todo va a estar bien!

Se marca entre nosotros una gran distancia y extraño realmente hablar contigo y saber de ti, hay cosas que son imposibles de detener o de cambiar y la realidad es una de ellas… El sábado te pensé mucho pero por respeto como te habrás dado cuenta no te llamo para evitarte problemas y dolores de cabeza por mi culpa, cosa que ni tú ni yo necesitamos. En estos momentos estoy colgada de tiempo corriendo con trabajos y cosas de la oficina con las que debo cumplir a la par después de dos maravillosas semanas sin más tropiezos que unas cuantas trasnochadas en la fría compañía de mis textos académicos y uno que otro descafeinado para combatir el sueño me di cuenta de lo difícil que es esperar que traerá de nuevo la tormenta después de una calma tan densa que te deja sin aliento y oprime tu cansado corazón hasta el punto de rendirlo en la lucha o reventarlo en la derrota.

El lunes me canse de muchas cosas injustas, de muchas presiones innecesarias llore y si que llore, por eso y otras cosas quería olvidarme de todo un rato y verte aun siendo consciente de romper con los múltiples compromisos que ese día me hacían presa fácil del reloj.

Esta semana las madrugadas no han llegado ni acompañadas de lagrimas ni de risas solo de soledad y trabajos por paquetes con los que juiciosamente debo cumplir, actividades que no me dejan mucho tiempo libre pero si el suficiente para pensar, dormir y escribir una carta como esta que escribo con la nostálgica y tal vez un poco perversa ilusión de verte prontamente… Es curioso compartir durante un año de tu vida con una persona que a la hora de la verdad es un perfecto desconocido ¡Es muy cierto que nadie llega a conocer a nadie completamente! Pero contigo sería algo así como ¡Seduciendo a un extraño! Patético pero cierto.

Si esta carta cumple con su cometido que es llegar a tus manos, ser vista por tus ojos, retenida por tu cerebro y olvidada por tu indiferente corazón… Házmelo saber y cuando me lo hagas saber, explícame porque tu marcada ausencia y desinterés me duele tanto hasta el punto de calar en los huesos carcomidos por el tiempo de esta nómada y sarcástica turista…

© Master Marat