Muchas veces, demasiadas, repite el cuco su canto en el afónico amanecer. La costumbre, libertad de los idiotas, rebelarse es volverse a helar. Sin ti, nieblas, sin tinieblas, árboles de luz enraizados en el corazón.
Texto agregado el 27-07-2004, y leído por 142 visitantes. (0 votos)