Mírame como quien mira la noche
disfrazada de niebla
para que veas todo lo pardo
de las horas serenas.
Mírame y escucha
tu respiración de lobo sin dientes
y aprende el canto desgarrado
de los gatos putañeros
que dan vueltas a la luna
y siempre vuelven.
Esta noche morena
y embustera
que no es luz
ni nardo
ni azucena
ni paz de soles callados
ni oscura dama de seda.
Esta noche es un instante
el recodo de una pausa
esterilidad de las sombras
que siempre aparecen
con el resplandor de una estrella.
Texto agregado el 31-01-2012, y leído por 311
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