Prefiero escribir a mano, en cuadernos blancos por si se me antoja dibujar (cosa que sucede muy de vez en cuando) No duermo en los camiones, a veces sólo dormito, pero me produce nausea y un vampirazo marca diablo que no puedo resistir a la mañana siguiente. De ahí en fuera soy de sueño fácil, de noche pero más de día. Asisto de cuerpo presente a cuestiones relacionadas con la realidad pero tengo la cabeza navegando en océanos lejanos y poco accesibles a cualquiera. Quizá por eso me dicen que siempre ando como “ida”.



Me gusta escribir y platico poquito. Hay veces en las que ni yo entiendo mis razones y hago exactamente lo contrario a lo que quiero (o creo). Me gusta la foto, el sonido claro del primer disparo y el arrastre de la película. Necesito una libretita cazadora de pensamientos, palabras escurridizas cuyo deporte favorito es escaparse de mi.

Me gusta que me abracen (que me abraces) y me gusta abrazar (abrazarte) pero hay un problema: Tengo las manos frías.