El cajón de los recuerdos

¿Cuántas veces has leído aquella carta?
¿Por qué la conservas?
¿Para qué te puede servir?
¿Qué no ves que aquel “Hola mi amor” no significa ya nada para él?
¿Qué no recuerdas que todo aquello que estaba en esa carta son sólo mentiras y promesas rotas?
¿No te das cuenta que ese “Te amo” al final de ella es más falso que esta vida?
Y si esperas por otra carta – de las muchas que solía escribir- te darás cuenta que sólo desperdicias tu vida por algunas cuantas líneas que jamás leerás.
Olvida esa carta –esa y aquellas 100 más - y ponla en el cajón de los recuerdos.

¿Todavía ves aquella fotografía antes de irte a dormir?
Esa foto de alguien a quien ya no le importas
O que tal vez jamás te amó.
Deja de mirar aquella imagen
Como alguien que ve el infinito a través de su ventana.
Si tratas de reconstruir algo que nunca estuvo, simplemente te consumirás con el olvido.
Olvida esa fotografía –esa y muchas más- y ponla en el cajón de los recuerdos.

Sé que hay algo muerto y oscuro en tu corazón desde hace siete meses ya.
¿Por qué no lo entierras y lo olvidas ya?
Sé que aún te tienta la idea de creer que ese amor era real.

Tu pequeño mundo está un poco vacío desde que él partió
Sólo te complacen las memorias de un amor que no ocurrió
Sigues archivando sus recuerdos con un orden abrumador:
Cada instante, cada beso, cada abrazo, cada flor.
Una foto, un aroma, una voz,
Son los detonantes para recordar aquel amor
Olvida todo eso
Saca ese archivero de tu corazón y ponlo en el cajón de los recuerdos.

Toma aquellas cartas, esa foto y todo aquel amor
Guárdalos en el cajón de los recuerdos y quémalos por favor.