Subió al Metro como una exhalación,
Sus manos tocan el agua mientras se desliza la barca río abajo,
Con sus jeans gastados y unos tenis baratos,
Va al encuentro de su Señor, al que su padre destino cuando tenía apenas 13 años,
Su belleza iluminó la mañana,
Sopla una suave brisa al atardecer y ella no puede ocultar la emoción
De volver a encontrarse con el mozalbete ayer y hoy guerrero,
Lucia tan tierna y vulnerable, aún no se ha echado a perder.
Hace casi un año se marchó a las campañas del Sur, donde combatió
Hasta caer herido.
La dulce muchacha se mueve al ritmo del rock,
Sabe que tendrá que cuidarlo hasta el próximo invierno
Todavía no ha hecho el amor,
Seguirá los consejos de su madre, lleva los ungüentos que le dio
Ni ha aprendido las mañas de una mayor.
Y las oraciones que le enseño su hermana mayor
Su corazón brinca en su pecho alegre y confiado,
El río se va cubriendo con las hojas doradas del otoño,
Nadie ha herido ni destrozado hasta ahora sus sueños.
Todavía faltan varias jornadas para dar alcance a la retaguardia
Del ejército imperial,
Teje sus ilusiones con retazos de fotonovelas
El sol va siendo devorado por el follaje de los árboles
Y pegajosas canciones de amor,
Y las primeras estrellas van insinuándose en el cielo,
A pesar que en casa falta el pan,
Sujeta entre sus manos el pañuelo de seda
Se ingenia en poseer un buen celular.
Que le dio su señor el día de su boda, aún conserva su olor
¿Dime, muchachita en flor?
Se agita de pronto pensando, la seguirá queriendo igual
¿Quién se encargará de borrar tu sonrisa virginal?
A cuando le juraba su eterno amor,
Y convertirte en víctima o victimaria en futuras lides de amor,
El invierno será muy duro pero el granero está lleno
O peor aún, en arpía y cínica mayor.
Del dorado trigo que ondulaba en los campos cuando se marchó
Mientras avanza raudo el Metro, reclinas tu cabeza en la ventana,
Pronto le calentará la cama como lo hizo el pasado invierno.
Pensando que tal vez te espera el amor al final de la estación.
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