Abuela

Te recuerdo siempre con cariño y ternura infinita, en mi niñez vivimos días muy simples, pero llenos de enseñanzas, muchos domingos caminamos en busca de flores, tomadas de las manos, sintiendo el fluir del viento en nuestra piel.
Tú dulzura y calor humano me envuelve hasta hoy, tú abrazo me contiene aún cuando lo necesito, eras toda la calma, paciencia y sabiduría, siempre te estaré agradecida por tú amor infinito, por tú grata compañía, profunda y de buenas intenciones.
Por siempre en mi estaras