FÉRETRO DE AMOR 208 palabras
Era tarde: el sol ya no alumbraba,
Las nubes, sepultaban su fulgor;
Por los campos; absorto caminaba,
Cual triste paria que huye del dolor.
Una noche estuve divagando,
La angustia castiga ha nuestro amor,
Alcé los ojos y vi. que zollipando
A paso lento, entraba a un panteón.
Seguí con la mirada mi silueta,
Mientras yo, a un cámbulo subía;
Desde allí, divisaba una saeta
en mi pecho silencioso se escondía.
Detrás de la materia iba un cortejo
Danzando por pistas avernales;
Un corro de dolor rojo, bermejo,
Un féretro en rojos marmóreos.
Llegaron hasta allí, donde la fosa
Es más profunda que el dolor intenso,
Mascullando maldición en cada losa,
Sellando en sarcófagos mis besos.
Encima del amor que había muerto;
En tétrica mansión amortajada;
Bailaron mil danzas del desierto,
Cantando con voz desentonada.
Huyeron tan pronto terminadas
La fiesta que macabra había empezado,
En busca de mi alma abandonada,
Estaba triste, lloroso, acongojado.
Arranqué con furia la pálida mayólica,
Las uñas se cayeron de mis manos,
Sangraron mis dedos por agónica
Heridas que pronto me mataron.
Hoy vengo Señor a suplicarte,
A pedirte. ¡Oh! Dios, eterno amor:
Destapa el sepulcro que sellaste,
Cuando apenas se iniciaba nuestro amor.
Reinaldo Barrientos G.
Rebaguz
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