Kari siempre se iba a la cama después de las doce de la noche, nunca antes, su curiosidad por saber lo que sus vecinos hacían era superior al sueño que pudiese sentir o a lo cansada que estuviese. Una noche vio a través de su ventana dos siluetas a lo lejos que caminaban en dirección a su casa, pero no pudo distinguirlos, transcurridos treinta minutos otra vez se asomo, su reloj marcaba las doce en punto y las sombras de antes se encontraban frente a su domicilio. Era una pareja, un hombre alto vestido de negro y una mujer con vestimenta blanca.
Los dos extraños tocaron a su puerta, sin utilizar el timbre. Kari dudo de si abrirles o no, pero la curiosidad pudo más que ella y abrió. Sin saludarla le entregaron dos objetos envueltos y le dijeron que eran una copa y una flor, pero que por nada del mundo los abriese sino hasta el día siguiente, cuando ellos volvieran a aparecer frente a su casa y una vez dicho lo anterior se fueron.
El día se hizo eterno para Kari, las horas pasaba lentamente y su ganas de saber cual era el misterio con esos dos objetos era cada vez mas grande, hasta que a las once y treinta faltando solo media hora para que llegasen los dos visitantes los abrió, en una la copa no era sino un cráneo y en la otra la rosa era un corazón podrido.
Kari se coloco amarilla, sintió que se desvanecía y asustada volvió a envolver los paquetes, justo cuando terminaba de hacerlo sintió que tocaban a su puerta. La extraña pareja reclamaba los paquetes, pedido que ella atendió lo mas diligente posible, al hacerlo los dos extraños cambiaron de figura la mujer se torno en una luz brillante y largas alas salieron en su espalda, el hombre en cambio se volvió un demonio y al abrir el paquete, la extraña solo dijo: “No aprovechaste tu oportunidad ahora paga las consecuencias, sino hubieses abierto el paquete tu corazón luciría sano, y el cráneo de la maldición hubiese desaparecido, pero como no lo hiciste ya no puedo hacer nada por ti” y desapareció, mientras el demonio arrastraba el alma de la fisgona mujer al infierno.
|