Mi querida melancolía,
Hace cuanto que no coincidíamos,
Celebremos pues! Que hoy nos rencontramos!
Brindemos de esta copa, está sucia y besada por los mismísimos labios de la traición. Y bebamos! de este jugo amargo al 40% de rencor. Venga ya! no demores más! Que la soledad tampoco tarda en llegar! Tengamos un festín! Un ditirambo! Caigamos en el éxtasis de lo prohibido. Ahh... melancolía, si me permites meterte la mano, hacerte el amor de tanto que te extraño, tocarnos hasta rozarnos y sentir más dolor que hace un año.
Las cadenas están sueltas, ya no hay nadie quien nos frene. Se ha vuelto a abrir esa herida, y se profundizó el desgarre de mi aorta. Sellémosla! rápido, agreguen concreto y piedra! que no nos falte ningún rinconcito, que todo se vuelva duro y frio, pues tenemos que apagar este fuego de dolor.
Cantinero! cantinero! sírvame otra copa! ¡¿Qué?! Ya no hay más? NO SE APURE!!! Aquí tengo bastas lágrimas para dar. Venga!! Esta ronda la pongo yo! es cosecha del 22 de enero! El peor de mis dolores, así que degustarán de un vacío sin igual.
ah... melancolía, oj alá nos ahoguemos en este manjar, pues ya no puedo volar, siento que por fin llegó alguien más, mi antigua esencia , mi auténtica verdad. Eso claro, si la dejo escapar.
Te decía, no quiero regresar. Déjame estar a tu lado, aunque sea una noche más. me siento abandonado y tu siempre me llenas de paz. ¿Qué será de mi si regreso vacío? ¿si mi alma se consume y mi brillo se opaca?
Tu falta la cobrarían otras de clase barata, pero los dolores de mis huesos no se irían aunque los reparta. Melancolía, abrázame, me siento débil, me siento frío. Quiero hacerme de piedra, ahogarme en un suspiro.
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