Viva, a pesar de todo
Se remueven las construcciones, una a una;
caen los estamentos sin estrépito,
silencio y dolor lo inundan todo,
y yo, en medio de la polvareda estoy huérfana y herida.
Todo es una quimera,
no logro dar con el arquetipo.
Las malogradas manos se gastan y entorpecen,
y el corazón se seca de esperanza;
el cerebro no entiende y busca desesperadamente la respuesta;
el mundo gira en su sinrazón,
sin razón ni misericordia.
La falta de amor me está ahogando;
soy como un pez fuera del agua,
y no puedo respirar,
y me asfixio,
y todo es calor y tormento.
Dónde perdí el rumbo?
Nunca tuve rumbo,
nací extraviada en la tierra siendo del agua,
y no puedo acostumbrarme a no respirar en el agua o a morir en la tierra.
Soy un híbrido surrealista de mujer pez que no sabe nadar,
y el velo del destino se rasga lentamente y yo no puedo detenerlo.
Clamo a los dioses que me crearon
que develen el enigma de mi esencia:
Qué soy?
Quién soy?
Estoy perdida entre los mundos
y vago errante sin poder verme.
Necesito un espejo que me refleje
y me revele;
necesito el amor;
si es que el amor existe,
o la resignación, si es posible;
necesito un milagro y un imposible,
que dé paz a mi alma hecha de pedacitos de hielo,
antes que la última gota se evapore sobre la desesperación.
Estoy viva,
eso,
es lo único que tengo.
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