Esperando tu regreso, me parece sentir el aroma del jabón que lavaba tus manos antes y después de cocinar. Te recuerdo de pie en la cocina, mirándo hacia el patio por la ventana, soñando en silencio, tus anhelos simples guardados junto a los latidos de tu corazón bajo el delantal pintado con flores. Pelabas mecánimente las papas y las cáscaras la convertías en un tren, tu mirada perdida y hablando Creabas estaciones con nombres salidos de la soledad del alma. La primera estación llevaba por nombre Ilusión, la seguían Esperanza, Amanecer y la árida del Olvido, más adelante Renacer, la más linda, con hermosos y pequeños arboles, flores de colorido exotico, un manantial de aguas tornasoladas, como para refrescar tu cuerpo y tu alma. Creíste estar enajenada, solo era liberación del tedio, la fatiga y soledad. Tu soñar interrumpido por Nolberto:
- Mariana, el viernes necesito impecable mí terno gris pizarra.
Ella lo miró y el no resistió su mirada. Invitado a un matrimonio y no iría solo . Lo intuías. El hogar era como un hotel para él, si llegaba un poco más temprano era sordo y mudo y se dormía viendo la televisión. Cuando hablaba era para sumar recibos por pagar. Había que reducir... reducir gastos
Viajabas a la estación del Olvido para seguir viviendo y tejiendo los sueños secretos con la hebra de la soledad y la incomprensión de los que poseían tu amor, tu vida. Los pajarillos, envidiables sopranos que van y vienen cantan en el árbol de tu patio, cerca de la ventana y tu añorando subirte a un avión, que besos cariñosos te despidan y llegar a Milán a extasiarte con el canto,recorrer calles y avenidas contemplando edificios y esculturas hermosas.
Caminar en Monparnase, recorrer Paris y sus bellezas, conocidas en los libros.
Ver los hermosos edificios de Londres, museos, visitar la Galería TATE, una foto en Trafalgar alimentando palomas, oír algún Concierto en un templo,encantarse caminando en alguno de sus inmensos y bellos parques. Regresar nueva y feliz.
Mariana entró fatalmente a otro sueño y cerró los ojos.
Nolberto trajo a su amante a la casa. Los dos hijos se fueron. Todo se ha ensuciado y tu delantal fue descolgado.
Y yo, el clavo, con mis lágrimas contenidas para no oxidarme, he quedado solo,recordándote, sin saber hasta cuando...
Silvia Parra B. |