Los alcaldes prometen pero al llegar a su gloria
Son ellos mismos quienes lanzan a sus votantes a la calle,
En medio de gases lacrimógenos que sazonan la tristeza de los dolientes
Por vivir en tierras oligarcas.
Los gobernantes regalan cemento, techos y ventanas
A las mismas personas que nunca tendrán casa.
Los presidentes gritan verdad tras verdad; pero siempre
Se enjuagan las manos arrodillas entre encopetadas mentiras.
Mi pueblo llora. Los policías usan el bolillo sin mesura
Al tiempo que las lagrimas de los mas pobres lavan las botas de la fuerza publica.
Los mandatarios se escudan en la constitución
Hasta cambiarla a voluntad, y poder hacer lo que les plazca,
relijiendose para poder despilfarrar los recursos de la nación.
Estos mandatarios regalan lentejas, aceite y un poco de arroz
A tantos subyugados que mueren de hambre lentamente.
Pareciera que aquello que regalan los "buenos" políticos
No es más que migajas de todo lo que se roban al ritmo de aplausos,
¿Será que el cáncer le dará vida a mi America latina?
Ya es hora que la libertad salga de la esclavitud cubanista,
Que tanto daño hace al vecino derecho de mi amada Colombia.
Esperemos que cuando las bendiciones del petróleo inicien a rezagarse
no sea muy tarde, para re armar las tierras perdidas.