No permitas que la angustia se apodere de tu silencio
y que la pena te robe el sueño.
No le temas a la desazón, la nostalgia , al lamento.

Jamás dudes del desconsuelo
recuerda que seguro será pasajero.
No permitas a tus miedo acosar tu desvelo.

Si la soledad llega, escúchala con sosiego,
sabe mucho más de paz que de miedo.
No temas si no te encuentras en un espejo,
al fin y al cabo uno se proyecta desde adentro.

No confundas la tristeza con detrimento,
vive sin dudas tus sentimientos.
Las sombras siempre regalan momentos,
esos instantes que se graban perfectos.

Y enfrenta al dolor como a la alegría
con fuerzas, ganas y energía.
Finalmente se convertirán en recuerdos,
unos más vividos, otros añejos y otros eternos.